Sáhara Occidental : el Polisario al borde de la agonía
Los dirigentes del Frente Polisario que no tienen nada más que masticar, reclaman insistentemente en el nombramiento de un nuevo mediador de la ONU para el Sahara para calmar los espíritus chamuscados de los residentes de los campamentos de Tinduf que están furiosamente insatisfechos con la precariedad de sus condiciones de vida.
Estos miles de saharauis secuestrados contra su voluntad en el árido desierto de Argelia, han perdido toda esperanza y toda confianza en el liderazgo del Polisario, y también se sienten abandonados por el padrino argelino que fracasó 45 años después del comienzo del conflicto en el Sahara, para doblegar al vecino marroquí a sus ambiciones hegemónicas y expansionistas destinadas a obtener un corredor para el acceso al Océano Atlántico para sus exportaciones de hidrocarburos.
Después de haber agotado todas las cartas en su batalla diplomática contra Marruecos en la ONU, dentro de la Unión Europea o de la Unión Africana, el Polisario y el Estado argelino cuya arcas y reservas de divisas han sido drenados por la caída en los precios del petróleo, hoy no tiene nada más que dar a las poblaciones de los campamentos de Tinduf, aparte de las campañas de propaganda llevadas a cabo durante todo el día por ciertos medios afiliados al gobierno argelino.
El Polisario también se siente descuidado por su raro apoyo en el continente negro, en particular Sudáfrica y Nigeria, que tienen sus propios desafíos importantes que enfrentar, en particular la pandemia de coronavirus que les hace pasar un mal momento económico y financiero.
Es en este contexto que los dirigentes del Polisario exigen el nombramiento de un nuevo enviado personal del Secretario General de las Naciones Unidas para el Sahara, un puesto vacante hace más de un año.
A través de este nombramiento y la posible reanudación de las conversaciones informales sobre el tema del Sahara, la dirección del Polisario espera poder tener una razón para estar a la vista de la comunidad internacional y, sobre todo, recuperar la confianza de los habitantes de los campamentos de Tinduf.
Varios expertos y observadores creen que el Frente Polisario estaría ahora en una agonía irreversible después de la erosión de su principal demanda de un referéndum sobre autodeterminación, una opción que ya no está en la agenda de la ONU y su Consejo de Seguridad.