UMA : la gran hipocresía de la nomenklatura de Argel
Algunos dirigentes civiles y militares argelinos muestran una desconcertante hipocresía hacia el pueblo argelino y el pueblo marroquí haciéndolos creer por oportunidad, el viejo sueño de un Gran Magreb sin fronteras.
El proyecto de la Unión del Magreb Árabe (UMA), cuyo tratado constitutivo fue firmado el 17 de febrero de 1989 en Marrakech por los dirigentes de los cinco países miembros de la época, es un proyecto muerto, según los observadores y analistas políticos inteligentes.
El Rey de Marruecos reafirmó está realidad en un discurso histórico que pronunció el 31 de enero de 2017 en la 28a cumbre de la Unión Africana (UA) en Addis Abeba, Etiopía.
El soberano había declarado que «Marruecos siempre ha considerado que primero debe sacar su fuerza, en la integración de su subregión Magrebina. Sin embargo, está claro que la lláma de la UMA se ha extinguido, ¡ porque la fé en un interés común ha desaparecido ! El impulso movilizador del ideal del Magreb, promovido por las generaciones pioneras de la década de 1950, es traicionado «.
Pero, contrariamente a este hecho amargo, ¡los apparatchiks argelinos siguen mintiendo a los pueblos de la región fingiendo ante la comunidad internacional de defender el proyecto de la Unión del Magreb!
El viernes 28 de septiembre, el ministro de Asuntos Exteriores de Argelia, Sabri Boukadoum, tuvo la audacia de reiterar ante la 74a Asamblea General (AG) de la ONU, «el apego de Argelia a su elección estratégica que contempla seguir la edificacion de la Union del Magreb Árabe (UMA) agregando que «mi país está totalmente disponible para traducir este objetivo al que aspiran nuestros pueblos».
Sin embargo, no dijo nada sobre la frontera con Marruecos que el régimen argelino ha mantenido cerrada desde 1994, cuando sabe muy bien que sin la reapertura de está frontera no tiene necesidad de hacer resucitar de sus cenizas el famoso proyecto de la UMA.
El otro obstáculo importante que paraliza la reactivación del proyecto del Magreb no es otro que el conflicto territorial en torno al Sáhara marroquí que no puede resolverse definitivamente sin una voluntad política seria que los actuales dirigentes Argelinos no parecen estar listos prestarse a ello.