Hilale: Argelia debe rendirse a la evidencia del fiasco de su proyecto separatista en el Sahara
El representante permanente de Marruecos ante las Naciones Unidas, el embajador Omar Hilale, subrayó el martes en Nueva York que Argelia, principal parte en el diferendo regional sobre el Sáhara marroquí, debe hacer frente al fiasco de su proyecto separatista en el Sáhara.
«Argelia se enfrenta hoy a una disyuntiva: puede adoptar un enfoque pacífico que respete el principio de buena vecindad y la resolución pacífica de las disputas, o empantanarse en el costoso fiasco de su agenda del polisario, a costa de miles de millones de dólares y del bienestar del pueblo argelino, que hace cola para comprar los productos más básicos», subrayó Hilale. El embajador, que intervino en la sesión ordinaria del Comité de los 24 (C24) de la ONU que se celebra del 10 al 21 de junio, hizo un llamamiento a la vecina Argelia para que aprenda del amargo fracaso de su proyecto separatista en el Sáhara marroquí. «En lugar de insistir en su supuesta defensa de la autodeterminación y proclamar una pseudoneutralidad en la que sólo ella sigue creyendo, Argelia haría mejor en tomar nota de tres hechos inmutables: El Sáhara siempre ha sido y seguirá siendo marroquí; la iniciativa de autonomía marroquí es la única solución a este diferendo, en el marco de la soberanía y la integridad territorial del Reino; Marruecos proseguirá con determinación la estrategia de desarrollo de sus provincias del sur, que están en vías de convertirse en un polo regional y continental», subrayó Hilale. Recordando la creación del C24 en 1961 por la Asamblea General de la ONU para aplicar la resolución 1514, que consagra el principio de autodeterminación, adoptada por la misma Asamblea el 14 de diciembre de 1960, Hilale señaló que a lo largo de los años se ha producido un lamentable deslizamiento en la aplicación de la 1514, unido a una desafortunada instrumentalización del mandato del C24. «De hecho, en su gran sabiduría, los autores de la resolución 1514 insistieron en detallar el proceso para su aplicación, complementándola al día siguiente con otra resolución, la 1541», dijo. Esta resolución, la 1541, que algunos fingen ignorar, consagra claramente las 3 opciones de aplicación del principio de autodeterminación, a saber, la independencia, la libre asociación o la integración. Además, la resolución 2625 de 1970 añadió la opción de cualquier otro estatuto político libremente elegido, indicó. «Sin embargo, cegados por ideologías de otra época, y haciendo hincapié en la única opción de la independencia en detrimento de las otras dos alternativas, ciertos Estados han multiplicado las maniobras insidiosas con vistas a convertir el C24 en un Comité de balcanización», lamentó el embajador, recordando que «la autodeterminación no es sinónimo de camino hacia la independencia. La autodeterminación tampoco puede lograrse a expensas de la integridad territorial de los Estados». De hecho, la Resolución 1514 establece claramente, en su OP 6, que «todo intento encaminado a la destrucción parcial o total de la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas», continuó Hilale. «Además, estos mismos Estados sobresalen en la exégesis de las resoluciones 1514 y 1541 al vincular la autodeterminación al proceso de referéndum. Sin embargo, estas dos resoluciones no hacen ninguna referencia a los referendos, que son un simple mecanismo de expresión. Tampoco condicionan la aplicación de sus disposiciones pertinentes a ninguna consulta referendaria», señaló el diplomático. Subrayó que «es lamentable ver cómo se desvía del mandato original del C24 y cómo desaparece de nuestros debates, e incluso de los informes de este Comité, cualquier referencia a los demás elementos constitutivos de la autodeterminación. Es igualmente lamentable ver cómo se reescribe el mandato del C24 con una connotación ideológica». El embajador y representante permanente de Marruecos ante la ONU señaló que fue sobre la base del mandato inicial del C24 que Marruecos introdujo la cuestión de sus provincias saharauis, entonces bajo dominio español, ante el Comité en 1963. Paralelamente a sus esfuerzos en el seno del C24, Marruecos solicitó la opinión consultiva de la CIJ en 1975, dijo, señalando que el Tribunal hizo justicia al Reino al establecer la existencia de vínculos jurídicos de lealtad entre los sultanes de Marruecos y las tribus del Sáhara marroquí, confirmando así la irrefutable soberanía de Marruecos sobre su Sáhara. Hilale recordó que, sobre la base de este reconocimiento, el Reino de Marruecos concluyó en 1975 el Acuerdo de Madrid con España, consagrando así la devolución del Sáhara a su madre patria, Marruecos, tras 91 años de ocupación española. «Este acuerdo fue ratificado por la Asamblea General de Naciones Unidas en su resolución 3458B del 10 de diciembre de 1975, ajustando así el proceso de recuperación de la integridad territorial de Marruecos a los principios de la Carta de la ONU, a la legalidad internacional y al espíritu y la letra de la resolución 1514», recordó. El embajador lamentó que esta cuestión se haya convertido desgraciadamente en un diferendo regional bilateral, ya que Argelia ha sido culpable de violar el artículo 6 de la citada resolución 1514, al intentar frustrar los derechos legítimos de Marruecos sobre su Sáhara y socavar su soberanía e integridad territorial, creando, albergando en su territorio, armando y financiando al grupo separatista armado «polisario».