Bourita: Marruecos y Francia tienen la legitimidad y la responsabilidad conjunta de estar al frente de la reflexión sobre la renovación de la UpM

Marruecos y Francia tienen la legitimidad y la responsabilidad conjunta de estar al frente de la reflexión sobre la renovación de la Unión por el Mediterráneo (UPM), afirmó, el lunes en Rabat, Nasser Bourita, ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero.

«Marruecos y Francia deben trabajar juntos para reactivar la UpM, actualmente en estado de letargo», subrayó Bourita en una conferencia de prensa conjunta con el ministro francés de Europa y Asuntos Exteriores, Stéphane Séjourné, al término de su entrevista.    Recordando que Marruecos y Francia desempeñaron un papel clave en el lanzamiento de esta institución, Bourita señaló que el Reino ha encarnado la UpM a través de dos secretarios generales sucesivos y que es hoy «el único país del Sur que contribuye financieramente al presupuesto de la Unión, sin olvidar que es el país que más proyectos ha presentado para ser etiquetado como UpM». Tras enumerar la multitud de crisis y conflictos abiertos o latentes en la región, el ministro señaló esa «geopolítica del miedo y el rechazo que impera, a veces con atajos peligrosos, y que comenzó con las presiones migratorias» en el Mediterráneo y que está repercutiendo en el funcionamiento de la UpM. El ministro puso el ejemplo de los productos agrícolas del Sur, atacados desde muchos frentes, a pesar de que la UE genera con ellos un gran superávit, en detrimento de Marruecos. Lo mismo ocurre con el libre comercio, donde la UE tiene un superávit de 10 mil millones de euros. En este mismo contexto, señaló la «estrategia vacilante» de la Unión Europea (UE) con respecto a su vecindad, estimando que esta postura puede obstaculizar cualquier relanzamiento del proceso euromediterráneo.     Por último, Bourita hizo un llamamiento para que los países miembros de la UpM tomen las riendas de su propio destino, lejos del dominio financiero de la Comisión Europea en particular, y pidió a los países del Sur que asuman su responsabilidad en el relanzamiento de esta institución.