Marruecos y Senegal, pilares de la estabilidad regional, continental e internacional – Talbi El Alami –

Marruecos y Senegal son pilares de la estabilidad regional, continental e internacional, afirmó el miércoles en Dakar el presidente de la Cámara de Representantes, Rachid Talbi El Alami.

Interviniendo en una sesión plenaria de la Asamblea Nacional senegalesa, Talbi El Alami recordó en su alocución que los dos países han preservado sus lazos históricos basados en una sólida base del Islam tolerante y moderado y del rito sunita malekita. Rachid Talbi El Alami, acompañado por Ahmed Touizi, presidente del Grupo Autenticidad y Modernidad, Abderrahim Chahid, presidente del Grupo Oposición Socialista-Ittihadi, Chaoui Belassal, presidente del Grupo Constitucional, Democrático y Social, y Rachid Hamouni, presidente del Grupo Progreso y Socialismo, realiza una visita de trabajo invitado por su homólogo senegalés. En su intervención, también destacó la historia compartida de los dos países, «desde los grandes constructores de estas dos naciones, Sus Majestades el difunto Rey Mohammed V y el difunto Rey Hassan II, así como los Presidentes el difunto Léopold Sédar Senghor, Abdou Diouf y Abdoulaye Wade». Hoy, «estamos construyendo un futuro sereno, la locomotora de un África pacífica, fuerte y autónoma» con la clarividencia de Su Majestad el Rey Mohammed VI, que Dios le asista, y de Su Excelencia el Presidente Macky Sall, añadió, señalando que «el camino trazado por nuestros constructores nos ha permitido concebir un modelo de estabilidad social, que ha engendrado estabilidad política, así como una democracia específica, adaptada a nuestros contextos y culturas». Esta democracia política no es simplemente un ejercicio de renovación de los órganos deliberativos, sino sobre todo el cemento que permite a todos los componentes de nuestras sociedades unirse y confluir, con vistas a avanzar juntos sin que nadie quede excluido, subrayó el Presidente de la Cámara de Representantes. «Es con esta unidad nacional y esta sabiduría política como podemos hacer frente a las numerosas amenazas transfronterizas, como el separatismo, el terrorismo, el extremismo, la fuga de cerebros, la trata de seres humanos y el contrabando de todo tipo», prosiguió, señalando que a estas amenazas hay que añadir «los retos del desarrollo económico y social, limitados por los desequilibrios climáticos y el retraso tecnológico».