El enfoque del Rey de Marruecos en África suena el toque de difuntos de la quimérica «RASD»
La readmisión de Marruecos el pasado lunes, en la Unión Africana por la inmensa mayoría de los 39 estados de los 54 que componen la UA, ha minado indirectamente la legitimidad de la presencia de la denominada República Saharaui «RASD» en la organización africana.
Como consecuencia de este golpe maestro, el Rey Mohammed VI pronuncio ante los Jefes de Estado africanos en Addis Abeba, un discurso histórico, en el que se detallan todas las medidas adoptadas en los últimos años por Marruecos para el beneficio de los Estados y los pueblos de África, lejos de los discursos demagógicos de sus oponentes.
El soberano también dio la bienvenida al «apoyo firme y amplio» que Marruecos ha recogido de los países hermanos y amigos y que atestigua, ha dicho, de «la fuerza de los lazos que nos unen.»
Por otra parte, una simple operación de sustracción revela que sólo 14 miembros de la UA que continúan de apoyar la títere República, se opusieron al retorno de Marruecos en la Unión Africana.
Hoy en día, la «RASD», una entidad creada a partir de cero durante de la guerra fría, por antiguos regímenes argelino de Houari Boumedien y la Libia de Muammar Gaddafi, sólo es reconocida por menos de treinta países, de dónde 16 sólo en África. Por otra parte, la entidad nunca ha sido reconocida como un Estado ni la por ONU ni por ninguna otra organización internacional, continental o regional, incluida la Unión Europea.
Este logro se debe a la cuidada campaña diplomática conducida con destreza estos últimos seis meses, por el rey Mohammed VI en particular en los países africanos de habla Inglesa.
Con estos esfuerzos loables, Marruecos ya ha preparado el terreno para una expulsión inevitable de la pseudo República-Saharaui de la Unión Africana.
El inteligente enfoque real seguramente no estará limitado por la vuelta triunfante del reino en la UA, pero continuará para obtener el máximo de reconocimiento a la denominada «RASD».
Por lo tanto, en un corto período de tiempo, el Polisario, obviamente se darà con la evidencia, de que an solo tiene a Argelia, Sudáfrica y un puñado de otros cinco o seis países de África, para apoyar sus quiméricas demandas de independencia.