Marruecos pone al descubierto en la ONU las violaciones de los derechos humanos en los campamentos de Tinduf

La obsesión enfermiza de Argelia por la cuestión del Sáhara marroquí fue puesta al descubierto ante la 4ª Comisión de la Asamblea General de la ONU por la delegación marroquí, demostrando, por si fuera necesario, que Argelia es efectivamente una parte principal en este diferendo regional.

En respuesta a las alegaciones engañosas del representante argelino sobre la situación de los derechos humanos en el Sáhara marroquí y su referencia sesgada a la inclusión de mecanismos de vigilancia de los derechos humanos en el mandato de la MINURSO durante el debate general de la Comisión sobre las operaciones del mantenimiento de la paz, Mouna Ouazzani, Consejera en la Misión Permanente de Marruecos ante las Naciones Unidas, subrayó que la insistencia por Argelia en evocar la cuestión del Sáhara marroquí entre todos los otros puntos debatidos en el seno de esta Comisión, demuestra que este país es efectivamente una parte principal de este conflicto creado desde cero.

La diplomática lamentó que la ignorancia de Argelia en materia del mantenimiento de la paz, «sólo igualada por su odio a Marruecos», contamine un debate de gran importancia para los Estados miembros, entre ellos principalmente los países que aportan tropas y policías y los Estados anfitriones de misiones de mantenimiento de la paz, señalando que es un hecho tanto más lamentable cuanto que Argelia no pertenece a ninguna de estas categorías.

Citando datos oficiales del Departamento de Operaciones de la Paz de la ONU, Ouazzani señaló que Argelia no contribuye de ningún modo a las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU.

«No hay cascos azules. Ni boinas azules. Ninguna contribución más allá de dos expertos en misión», señaló, subrayando que «no son, sin embargo, los efectivos o los recursos lo que falta por parte de Argelia, sino la voluntad política y la confianza en el papel de la ONU en el mantenimiento de la paz y la seguridad».

Invitando a Argelia que evite interferir en los debates sobre una cuestión a la que a penas contribuye y cuyos retos no comprende, la diplomática marroquí recordó que los mandatos de las misiones de mantenimiento de la paz son definidos por el Consejo de Seguridad.

«En el caso concreto del mandato de la MINURSO, el Consejo de Seguridad reafirmó su posición y la de la comunidad internacional a principios de esta semana con la adopción de la Resolución 2703, que no sólo no llama al establecimiento de ningún mecanismo de vigilancia de los derechos humanos, sino que celebra las medidas e iniciativas tomadas por Marruecos para garantizar la promoción y la protección de los derechos humanos en su Sáhara, así como la interacción del Reino con los procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas», explicó.

Subrayando que la situación de los derechos humanos en el Sáhara marroquí es mucho mejor que en Argelia y en sus campamentos de Tinduf, la diplomática desafió a la delegación argelina a responder a la siguiente pregunta: «Si su país está realmente preocupado por la promoción y la protección de los derechos humanos, ¿por qué no sólo no hace nada para mejorar la situación en los campamentos de Tinduf, de los que es país anfitrión, como le pide el Consejo de Seguridad, sino que sigue violando los derechos humanos fundamentales de las poblaciones retenidas contra su voluntad en estos campamentos? «.

Añadió preguntándose: «¿Por qué permite este país que un grupo armado, el Polisario, reclute a niños entre estas poblaciones? ¿Por qué autoriza las exacciones, los abusos sexuales y las violaciones contra las mujeres y la niñas en los campamentos por los líderes del grupo separatista, incluido el llamado Brahim Ghali? ¿Por qué su ejército comete ejecuciones extrajudiciales y sumarias contra estas poblaciones? ¿Por qué autoriza la detención y tortura de disidentes de la dirección corrupta del Polisario en los campamentos?

Además, se preguntó «¿por qué Argelia sigue negándose a registrar a las poblaciones de los campamentos de Tinduf, en violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad y de las disposiciones del derecho internacional humanitario, y por qué continúa con el «polisario» robando y desviando la ayuda humanitaria destinada a las poblaciones secuestradas en estos campamentos, como lo subraya el Programa Mundial de Alimentos en su informe de enero de 2023?».

«Peor aún, ¿por qué Argelia, en violación de las normas y disposiciones del derecho internacional, en particular el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ha cedido su soberanía y sus prerrogativas, incluidos sus poderes jurisdiccionales, al «polisario» en los campamentos de Tinduf, privando así a las víctimas de las violaciones de toda posibilidad de recurrir a la justicia para pedir reparación y perseguir a los autores de estos crímenes?», añadió la diplomática.

Para ella, la respuesta a todas estas preguntas es clara y sencilla: «Argelia no sólo no se preocupa por los derechos humanos, sino que, desgraciadamente, es uno de los peores países que los violan».

Recordando que la situación de los derechos humanos en Argelia es una «mancha negra» en la historia de las Naciones Unidas, señaló que en septiembre de 2023, el Relator Especial de la ONU sobre los derechos a la libertad de reunión pacífica y a la libertad de asociación, Clément Voule, declaró que «debe prestarse atención urgente a la situación actual de restricciones legales y procesamientos contra individuos y asociaciones en Argelia».

En febrero de 2023, la relatora especial de la ONU sobre la situación de los defensores de los derechos humanos, Mary Lawlor, expresó su preocupación por la creciente represión contra la sociedad civil por las autoridades argelinas, tras la disolución de importantes asociaciones de derechos humanos en Argelia, añadió la diplomática.

También recordó que en marzo de 2022, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, reiteró, en su declaración oral ante el Consejo de Derechos Humanos, su profunda preocupación por las violaciones de los derechos humanos por las autoridades argelinas, afirmando: «En Argelia, me preocupan las crecientes restricciones a las libertades fundamentales, incluida la multiplicación de arrestos y detenciones de defensores de los derechos humanos».

En septiembre de 2022, el Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias reprendió a Argelia por sus graves violaciones de derechos humanos. Argelia es uno de los tres primeros países del mundo en número de desapariciones forzadas», añadió.

Siempre en respuesta a las alegaciones engañosas de la delegación argelina sobre el tema del Sáhara marroquí, Ouazzani afirmó que esta cuestión no es un caso descolonización, sino de la culminación de la integridad territorial de Marruecos, sellada definitivamente y reconocida por la ONU mediante el acuerdo de Madrid, depositado ante el secretario general de la ONU el 18 de noviembre de 1975.

Asimismo, subrayó que el referéndum, «con el que la delegación argelina no deja de soñar», está definitivamente muerto y enterrado y señaló que el Consejo de Seguridad no lo menciona en sus resoluciones desde hace dos décadas.

«La única solución a la cuestión del Sáhara marroquí sólo puede ser una solución política realista, pragmática y duradera, basada en el compromiso, en este caso la iniciativa marroquí de autonomía, cuya seriedad y credibilidad el Consejo de Seguridad ha saludado constantemente, incluido en su última resolución 2703», precisó.