Sáhara Occidental: Ban Ki-Moon, habria caido en una trampa en Argelia?
El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, recientemente de gira en los campamentos de Tinduf y Argelia, para tratar de relanzar las conversaciones sobre el conflicto en el Sáhara, habria sido victima de uno de los dirigentes de Argelia y el Polisario.
En todos los casos es la conclusión más plausible que sostienen muchos diplomáticos y analistas políticos que recorren las escenas de la ONU y los elegantes salones de Nueva York. No encuentran otras explicaciones para los derrapes de Ban Ki-Moon y los incidentes diplomáticos que ha creado entre la ONU y Marruecos. Para estos analistas, no se excluye que un diplomático de la estatura de Bank Ki-Moon, haya sido convencido de una forma u otra, por los dirigentes de Argel para defender posiciones separatistas del Polisario, a través de sus expresiones de «ocupación» para describir la presencia marroquí en el Sáhara occidental y de abogar por la opción de «referéndum de autodeterminación», mientras que el estatus final del territorio en disputa aún no ha sido definido por la ONU que, nunca ha reconocido la llamada República saharaui «RASD».
Los mismos analistas creen que los marroquíés se han apresurado en arremeter contra la ONU y su Secretario General, en lugar de atacar a su verdadero enemigo para saber que el régimen argelino está en todas partes en todos los frentes. Además, los gobernantes de Argel y sus medios de comunicación no se pierden ninguna oportunidad y no escatiman en recursos financieros y humanos para hacer la vida más difícil a su vecino marroquí, mostrando un niet Moscovita a cualquier intento de solución política de la cuestión del Sáhara Occidental.
La oligarquía que detenta el poder en Argel, dicen los analistas, tiene más interés en continuar este litigio con el fin de debilitar el vecino Marruecos y especialmente para desviar la atención de la opinión pública sobre la crisis institucional y social humeante en el país desde que el presidente Abdelaziz Buteflika está clavado en su silla de ruedas y se niega a ceder el poder.
Por su parte, los marroquíés, dijeron los analistas, tienen gran interés de evitar una escalada con las Naciones Unidas y centrarse en su oponente número uno, el régimen argelino que posee la pieza central de la solución del conflicto del Sáhara. Sin el apoyo de Argelia, el Frente Polisario terminará por desintegrarse y desmoronarse en cuestión de un guiño.