Caso Pegasus: un abogado francés fustiga las «acusaciones fantasiosas» vertidas contra Marruecos

Ningún elemento técnico ha podido esclarecer las «fantasiosas» acusaciones formuladas contra Marruecos sobre la supuesta utilización del programa informático Pegasus, afirmó, el miércoles en Rabat, Olivier Baratelli, abogado del Reino ante la justicia francesa, subrayando que «Marruecos es claramente víctima, desde hace mucho tiempo, de un intento de desestabilización internacional».

«Llevamos 18 meses esperando la más mínima prueba de estas fantasiosas acusaciones», dijo Baratelli, señalando que se han nombrado dos jueces de instrucción a raíz de las denuncias de varias personas, que acusan a Marruecos de espiar sus teléfonos, pero «no se ha aportado ningún elemento técnico para esclarecer estas acusaciones».

«Ninguno de los denunciantes ha sido capaz de proporcionar su teléfono y de aportar la prueba de que el programa lo habría infectado», añadió el abogado francés en un vídeo proyectado durante una conferencia-debate organizada por el Parlamento marroquí y dedicada a los ataques hostiles, flagrantes y repetidos contra el Reino en el seno del Parlamento Europeo (PE).

Marruecos no ha cesado de denunciar las «acusaciones fantasiosas, injustas y manipuladas» sobre la utilización del programa informático de espionaje Pegasus, señaló Baratelli, recordando que el Reino ha iniciado 10 procedimientos penales por difamación contra 10 periódicos que han difundido este rumor, sin aportar ninguna prueba, documento, atestación o testimonio.

El Reino de Marruecos, bajo el control de las autoridades judiciales francesas, hizo verificar el «pseudo informe» de Amnistía Internacional por expertos informáticos autorizados por el Tribunal de Apelación de París, el Tribunal Judicial de París y el Tribunal de Casación, explicó Baratelli, indicando que ninguno de estos expertos informáticos había sacado a la luz ninguna infiltración del programa informático Pegasus en los teléfonos de las personas supuestamente perseguidas en Francia.

En España, unas acusaciones fueron formuladas por un periodista llamado Ignacio Cembrero, que había dicho, de manera perentoria, que su teléfono había sido infiltrado por Marruecos, prosiguió el abogado francés, indicando que esta denuncia fue desestimada por la fiscalía de Madrid, que «auscultó y despiezó» el teléfono de este periodista, en el que no había rastro del programa espía.

«Estas falsas acusaciones habían sido formuladas falsamente con el objetivo de dañar la reputación internacional del Reino de Marruecos», por un periodista considerado enemigo declarado de Marruecos, subrayó.

«En España se ha excluido judicialmente el uso de este programa por parte de Marruecos», indicó Baratelli, agregando que las investigaciones europeas no han podido probar nada contra Marruecos.

«La única certeza en el caso es que Marruecos está exento de cualquier reproche, pero que otros Estados europeos han utilizado el programa”.

La reunión organizada por el Parlamento marroquí examinó los fundamentos de estos ataques sistemáticos, que ahora asumen sus instigadores. Fue una oportunidad para debatir la instrumentalización de la cuestión de los derechos humanos, los ataques contra la integridad territorial del Reino y la explotación solapada del caso Pegasus.