La resolución del PE no es vinculante ni para la voluntad política de la UE ni para sus miembros – Escritor-periodista –

La resolución del Parlamento Europeo (PE) no es vinculante ni  para la voluntad política de la Unión Europea (UE) ni para sus miembros, afirma el escritor-periodista Talaâ Saoud Al Atlassi, señalando que se trata de una decisión política a contra corriente y sin efecto para la UE y que no tiene ningún significado para Marruecos tanto en el fondo como en la forma.

“Esta resolución evoca quizás otro Marruecos, al eludir de forma premeditada las grandes reformas llevadas a cabo por el Reino de hoy, así como los grandes logros a todos los niveles acumulados desde hace muchos años», escribió en un artículo publicado el martes en el sitio web de noticias «Machahid 24» titulado «¡El Parlamento Europeo recomienda tal vez a Marruecos un régimen despótico!”

Los promotores de esta resolución no quieren un Marruecos de instituciones, de ambiciones democráticas y de cohesión entre todos los componentes de su sistema político y social, un sistema que evoluciona constantemente y responde a las expectativas del pueblo marroquí, agregó el escritor.

Tras señalar que los promotores de esta resolución tienen la intención oculta de socavar los cimientos del Estado marroquí y los resortes de su democracia, subrayó que su maniobra está condenada al fracaso frente a un Marruecos que extrae su fuerza de la perfecta comunión entre el Trono y el pueblo.

También señaló que los hechos eludidos por los eurodiputados que votaron a favor de esta resolución residen en el hecho de que, desde la entronización de SM el Rey Mohammed VI, el Reino vive ininterrumpida y resueltamente al ritmo de vastas reformas políticas, sociales y culturales con el objetivo último de sentar las bases de una verdadera democracia por y para los marroquíes.

Para él, esta resolución es ante todo un asunto estrictamente europeo, fruto de las tensiones entre ciertos gobiernos y formaciones de oposición en el seno de la UE e incluso entre su órgano ejecutivo y su parlamento, todo ello a instigación, por supuesto, de un Estado bien conocido que pretende con sus maniobras contra Marruecos someterlo a presiones y chantajes al tiempo que lo utiliza para hacer una demostración de fuerza.