Las crisis mediterráneas requieren respuestas estructurales basadas en un enfoque operativo – Bourita –

Las crisis que afectan a la región mediterránea requieren respuestas estructurales basadas en un enfoque operativo, afirmó, el jueves en Barcelona, el ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, Nasser Bourita.

“Las crisis que afectan al Mediterráneo son estructurales, no temporales. Exigen que respondamos de la misma manera: con una visión a largo plazo y un enfoque operativo en el futuro inmediato», dijo Bourita, en su intervención en el 7° Foro Regional de la Unión por el Mediterráneo (UpM), que se celebra con motivo de la segunda edición del Día del Mediterráneo.

“Reafirmar el compromiso con el objetivo programático de una «zona de estabilidad y prosperidad compartidas» es necesario, pero no suficiente», destacó el ministro, llamndo a los países miembros de la UpM a «balizar el camino» para alcanzar este objetivo y a establecer «prioridades comunes y un compromiso de todos».

En este sentido, Bourita subrayó la necesidad de «actuar sobre las políticas, anticiparse más, crear más coherencia global y acciones vectoriales en el tiempo» y poner en marcha «políticas temáticas comunes, focalizadas, programadas y financiadas para actuar realmente sobre los problemas», lamentando, a modo de ejemplo, que la UE haya anunciado el fin de la comercialización de vehículos con motor de combustión para 2035, mientras que no se ha adoptado ningún plan euromediterráneo para absorber este ajuste paradigmático por parte de la UE.

En cuanto a las herramientas de la asociación, Bourita, que señaló que los medios no están a la altura de los retos, pidió más «protagonismo mediterráneo», reclamando que se mejore el rendimiento de los mecanismos de la UpM, que se den respuestas allí donde se ha callado, que se amplíe su agenda, que se acelere el ritmo de sus reuniones y que se refuerce la apropiación de la asociación.

“Necesitamos ver más a la UpM y sentir más su acción», insistió, asegurando que «es hora de dotar a la Secretaría General de una misión de futuro para dejar de correr detrás de las crisis, a falta de anticiparse a ellas, para establecer una gobernanza renovada con mayor coherencia entre las distintas instituciones implicadas en el Mediterráneo y para dar cabida al Mediterráneo en nuestras políticas, en la fase de elaboración de las mismas», lo que no siempre ocurre en la actualidad.

A partir de esta observación y del análisis de las respuestas dadas por la UpM a varios retos relacionados con la estabilidad política y las crisis energética, alimentaria, de integración, socioeconómica, migratoria y de seguridad, como la del «proselitismo y el entrismo ideológico iraní», Bourita mencionó tres situaciones.

En primer lugar, enumeró «respuestas prometedoras» en ciertos sectores como el cambio climático y la juventud, que deben ser ampliadas, «respuestas que siguen siendo insuficientes» en temas críticos como la seguridad energética y «respuestas inexistentes» en materia de salud y seguridad alimentaria.

“Un Mediterráneo de seguridad es posible; un Mediterráneo de transporte marítimo es posible; y por supuesto un Mediterráneo de libre circulación de personas es posible», concluyó el ministro.