Argelia se autoproclama primera potencia militar en el norte de África, a Marruecos no le importa – Escritor-periodista –
El escritor-periodista Talaâ Saoud Al Atlassi considera que el hecho de que Argelia se proclame primera potencia militar del Norte de África no significa nada para Marruecos, que no se ve concernido por el juego de la competencia.
En una columna publicada el miércoles en el sitio web de información »Machahid 24» bajo el título »El engaño, el arma definitiva de los generales de Argel contra Marruecos», en respuesta a un artículo publicado en el diario argelino »Achourouk» que revelaba que »los sucesivos informes del Instituto Internacional para la Investigación sobre la Paz de Estocolmo (SIPRI) han demostrado que Argelia dedica un presupuesto que duplica al de Marruecos para armamento, convirtiéndose así en la primera potencia militar del norte de África».
Al tiempo que felicita irónicamente a Argelia por su autoproclamación como primera potencia militar, el columnista subraya que Marruecos no tiene intención de competir con ella por este rango e identidad.
El artículo del diario »Achourouk» ilustra la hostilidad de los generales del régimen argelino y su odio hacia Marruecos, que se ha convertido en una verdadera línea editorial en una prensa que resume las noticias de Marruecos a catástrofes y otros crímenes que son comunes en todas las sociedades y países, en un intento de dañar su imagen, mientras que los éxitos edificantes del Reino han sido ignorados, como la reciente organización de la CAN de fútbol femenino sin falta.
También señaló que los éxitos de Marruecos siempre enfurecen a los generales de Argel, que no pueden ocultar su enfado, recurriendo a las cábalas de los medios de comunicación como forma de desahogo.
El escritor concluyó que «el Reino de Marruecos es un Estado civil y pacífico que promueve la paz en la región». Marruecos está decidido a establecer un Estado social y democrático, sin ninguna pretensión de rango en la región y en el mundo. Un Estado al servicio de los pueblos, de los objetivos de desarrollo y de paz en el mundo, sin ser hostil a sus vecinos como es el caso del «Estado» de los generales argelinos, que en realidad sólo es un Estado militar.