La búsqueda desesperada de enemigos fantasiosos por parte de Argel, una política «singularmente obsoleta’ – medio –

La búsqueda desesperada de enemigos fantasiosos y la exaltación de un nacionalismo tribal son una política «singularmente obsoleto» de un régimen argelino «sin aliento que no puede ocultar sus repetidos fracasos y su incapacidad para crear las condiciones idóneas para la prosperidad de su pueblo», escribe el miércoles la revista francesa «Marianne».

Al vivir en autarquía, las autoridades argelinas han dado todo su sentido al adagio popular ‘para vivir felices, vivamos ocultos’, subraya el medio francés, en un análisis firmado por Jamal Bouoiyour, profesor-investigador en la Universidad de Pau, bajo el título «Golpear a Francia y cerrar sus fronteras: el cinismo de una Argelia sin aliento».

Ni siquiera España se ha librado de esta política, después de que el régimen argelino «bloqueara» la frontera Oeste con Marruecos, la oriental con Túnez y la meridional con Libia, destaca.

A este respecto, el autor recuerda la decisión de Argelia, el 8 de junio, de romper todas las relaciones comerciales con el país ibérico y de suspender el «tratado de amistad», tras haber retirado a su embajador en señal de descontento.

‘’Por causa: las mismas argucias, las mismas cantinelas (…), y porque Madrid se atrevió – crimen de lesa majestad – calificar de +seria y creíble+ la propuesta marroquí de autonomía del Sahara’, explica el investigador.

‘¿Y si Francia decidiera un buen día seguir el ejemplo de España? ¿Y si Italia hiciera lo mismo, qué haría Argelia? ‘, se pregunta el politólogo, señalando que ‘Francia no tiene más que comportarse, de lo contrario Argelia no dudará en volver a llamar a su embajador, como en octubre pasado cuando Argel prohibió su espacio aéreo a los aviones militares franceses (llamando a su embajador) a raíz de una declaración de Emmanuel Macron sobre la +rente memorial+».

Estas rupturas con los socios naturales deben contrastarse con las relaciones profundas que mantiene el régimen argelino con dictaduras notorias, que tienen su servilleta en la Mouradia, Como Venezuela, cuyo presidente Maduro fue recibido recientemente con gran pompa, añade el académico, estimando que si bien algunos cierres de fronteras son comprensibles (por razones de seguridad, como con Libia), otros resultan ilógicos (…), ilustrando el ‘cinismo del poder argelino’.

Más allá de los aspectos humanos, sociales o científicos, hay intereses económicos y estratégicos que se imponen a todo responsable político preocupado por el bienestar de su pueblo, sostiene.

‘¿Qué significa prohibir toda transacción, de la noche a la mañana, con España sin más? ¿Qué esconde este exceso de celo, esta ‘mística’ sahariana? ‘, se pregunta de nuevo el politólogo, añadiendo que con tal decisión las autoridades argelinas han reaccionado, como de costumbre, a «quemarropa».

Por otra parte, el autor califica de «fracaso estrepitoso» la política económica del país, que no ha sabido aprovechar el maná del petróleo para diversificar su economía.

En otro plano, Bouoiyour subraya que el presidente argelino no duda en sacar algunas flechas de su aljaba para atacar a su rival de toda la vida, Marruecos, argumentando que este último ha restablecido sus relaciones con Israel, preguntándose por qué Argelia no llama a sus embajadores en los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Egipto, países que han firmado tratados de paz con Israel.