El reclutamiento de niños en los campamentos de Tinduf alimenta la inestabilidad en África del Norte y el Sahel – Bourita –
El reclutamiento de niños, forzado por el «polisario» y alentado por Argelia, en los campamentos de Tinduf, alimenta la inestabilidad en África del Norte y en el Sahel, afirmó, hoy jueves en Dajla, el ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, Nasser Bourita.
Expresándose en la apertura de una conferencia iniciada por el Centro Internacional de Investigaciones sobre la Prevención de los Niños Soldados, Bourita destacó la correlación entre la falta de gestión de los campamentos de Tinduf y el reclutamiento de niños soldados, señalando que el país debe asumir plenamente su responsabilidad internacional irrenunciable, particularmente en lo que respecta a la seguridad y la protección de los niños que viven en su territorio.
El adoctrinamiento y el reclutamiento de niños por las milicias armadas del «polisario» constituyen un crimen inhumano, una denegación de los derechos elementales de los niños reclutados y una violación flagrante de las resoluciones aprobadas por el Consejo de Seguridad en la materia, dijo.
Asimismo, Bourita indicó que Marruecos es, efectivamente, un actor importante en el mantenimiento y la consolidación de la paz, recordando que el Reino participa desde 1960 en misiones de mantenimiento de la paz en todos los continentes, especialmente porque está clasificado como uno de los 11 principales países contribuyentes de cascos azules en el mundo, con 1.702 cascos azules desplegados en África (MINUSCA, MONUSCO y UNMISS).
El papel de Marruecos es igualmente perceptible en relación con su compromiso en favor de la legalidad internacional, prosiguió, señalando que el Reino ratificó el 22 de mayo de 2002 el protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño, relativo a los niños soldados.
El gobierno de Marruecos se ha comprometido a aplicar las disposiciones de la Convención y del Protocolo Facultativo y a garantizar la armonización de la legislación marroquí con sus principios, sostuvo.
Además, existen mecanismos e instrumentos para la protección de los niños contra todas las formas de abuso, explotación, violencia y crimen organizado, como el Observatorio Nacional de los Derechos del Niño, creado en 1995, señaló, añadiendo que Marruecos adoptó los Principios de Vancouver sobre el mantenimiento de la paz y la prevención del reclutamiento y la utilización de niños soldados en 2020.
La implicación de Marruecos también está motivada por la interrelación de las múltiples causas y consecuencias de este fenómeno, dijo, citando a este respecto los factores que privan a los niños de sus derechos más elementales, en este caso el terrorismo, la radicalización, la explotación, el tráfico y la trata de seres humanos, la violencia sexual o incluso la inseguridad alimentaria.
Por otra parte, Bourita subrayó que la elección de Dajla para albergar el Centro Internacional de Investigaciones sobre la Prevención de los Niños Soldados, es un reconocimiento del papel de Marruecos como proveedor de paz, seguridad y estabilidad.
A través de este Centro, Marruecos desea aportar su granito de arena, contribuyendo al debate mediante la formulación de propuestas concretas a favor de la continuidad seguridad-desarrollo y la coordinación de los esfuerzos de la comunidad internacional, según un enfoque plural, a la vez global y local, académico y político, teórico y práctico, combinando lucha y prevención, sostuvo.
Asimismo, afirmó que el objetivo del Centro es proporcionar datos precisos, cualitativos y cuantitativos para formular una acción informada a través de la investigación académica.
Marruecos también llama a poner fin a la impunidad de los responsables del reclutamiento y la utilización criminal de los niños y de otras violaciones graves, apoyando la vigilancia sistemática de las Naciones Unidas y la presentación de informes sobre las violaciones de los derechos de los niños en los conflictos, añadió.
Las cifras indican que la proporción de niños que viven en zonas de conflicto y que corren el riesgo de ser reclutados y utilizados por grupos armados se ha triplicado, pasando de menos del 5% en 1990 (99 millones de niños) a más del 14% en 2020 (337 millones de niños), precisó.
«La problemática de los niños soldados no es marginal ni circunstanciada y, contrariamente a las ideas preconcebidas, este fenómeno no es exclusivo de África», añadió el ministro, indicando que los niños participan en el 75% de los conflictos en curso en el mundo, más de 460 millones de niños viven en zonas de conflicto en 2022 y más del 15% de los niños soldados son niñas.
«En los últimos 25 años, 170.000 niños han sido liberados de los grupos armados. Sin embargo, sólo se ha identificado un número limitado de ex niños soldados, en un número limitado de países examinados», dijo.