Sáhara: Cuando la AFP va a contracorriente de la ONU
En un momento en que la comunidad internacional renueva sus esperanzas de una solución política al conflicto regional artificial del Sáhara marroquí en el marco del nombramiento de un nuevo enviado personal del secretario general de la ONU, la Agencia France Presse (AFP) vuelve a desempeñar un mal papel.
En su informe en una rueda de prensa del jefe de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, celebrada el viernes por la noche en Nueva York, el corresponsal de la AFP, a sabiendas, pasó por alto un elemento importante, que se ha convertido en la doctrina de las Naciones Unidas en el tratamiento de la cuestión del Sáhara, es decir, que este conflicto enfrenta a «las partes», de las que Argelia hace gala como agitador y torpedeador de todo esfuerzo de paz en la región.
«Ha llegado el momento de que las partes comprendan la necesidad de un diálogo que conduzca a una solución» a la cuestión del Sáhara, subrayó Guterres, que se refería claramente a «todas las partes» y no a «ambas partes», como insinuaba la agencia francesa.
A la lectura del despacho de la AFP, la deontología y las reglas elementales de precisión y rigor fueron repentinamente maltratadas en detrimento de aproximaciones arriesgadas y de afirmaciones engañosas.
Anunciando el color desde el título, el periodista neoyorquino de la AFP designó de entrada a Marruecos y al polisario como las únicas partes en este conflicto artificial creado por Argelia, desnaturalizando las palabras de Guterres y queriendo engañar al lector no advertido.
El periodista en cuestión, aparentemente sin tener conocimiento de los asuntos que tratan las Naciones Unidas o cegado por los ruidos de los corredores de algunos agitadores que operan a instigación de Argelia, ha tomado partido en un caso en el que su propio país tiene una posición totalmente diferente.
Al persistir en el error sin rectificación, la AFP, por su parte, avala esta falta profesional grave de su periodista y sirve ostensiblemente a intereses ocultos de ciertos círculos hostiles a una solución pacífica de la cuestión del Sáhara en la región del Magreb.
Este prejuicio flagrante de la AFP y de su periodista es tanto más grave cuanto que contiene una posición política sobre una cuestión tratada por las Naciones Unidas. En este contexto, es útil recordar que en ningún momento el periodista en cuestión hizo referencia a las diferentes resoluciones del Consejo de Seguridad relativas a la cuestión del Sáhara y más concretamente a la última (2602).
Cabe recordar que estas resoluciones hablan de «partes» y señalan expresamente el papel de Argelia y su responsabilidad en el statu quo.
La falta profesional de la AFP se suma así a una serie de papeles sugeridos, declaraciones e informes celosos que no se diferencian de una campaña antimarroquí orquestada por círculos que se agitan «histéricamente» contra los intereses de Marruecos y Francia.