Un colectivo internacional llama a las autoridades argelinas a reconocer la tragedia de las familias marroquíes expulsadas de Argelia en 1975

El Colectivo Internacional de Apoyo a las Familias Marroquíes Expulsadas de Argelia (CiMEA-75) ha llamado a las autoridades argelinas a reconocer el drama de las familias marroquíes expulsadas de Argelia en diciembre de 1975.

En un comunicado firmado por su presidente, Mohammed Cherfaoui, el Colectivo subraya que, aunque hayan pasado 46 años, estos acontecimientos deben ser recordados incansablemente como un deber de memoria.

En diciembre de 1975, unas 45.000 familias marroquíes fueron expulsadas arbitrariamente de Argelia, mientras el mundo musulmán celebraba el Aid El Kebir (Fiesta del Sacrificio), recuerda el Colectivo, que añade que estos miles de personas se encontraron o bien en casas de familiares que les ofrecieron refugio por solidaridad, o bien en tiendas de campaña levantadas apresuradamente por las autoridades marroquíes.

El colectivo recuerda también que estas familias se vieron así privadas, de la noche a la mañana, de todas sus pertenencias, que se quedaron al otro lado de las fronteras, en Argelia, «un país al que habían dado mucho amor y hacia el que se habían solidarizado durante la lucha por la independencia».

El CiMEA-75 llama a que se rinda homenaje a estos miles de personas «que fueron despojadas de su dignidad humana además de sus bienes materiales», así como a las asociaciones que se movilizaron para sacar este oscuro capítulo de la historia de las tinieblas en las que estaba sumido a nivel nacional e internacional.

«Hay que rendir un homenaje sostenido a estas asociaciones, que han luchado mucho con recursos financieros y humanos limitados», indica la misma fuente, que apoya plenamente estas acciones y pide que se complete este compromiso aunando esfuerzos y coordinándose con todas las asociaciones sobre la base de una carta clara y común.

Además, el Colectivo, constituido el 28 de febrero, llama a que se esclarezcan objetivamente los hechos y se reconstruyan en su totalidad para rehabilitar y preservar la memoria de las víctimas directas e indirectas de esta tragedia.