La confusión reinante en los campamentos de Tinduf sirve de tapadera de las violaciones de los derechos de las mujeres secuestradas
La confusa situación a niveles jurídico, social y humanitario, que prevalece en los campamentos de Tinduf, da cobertura a las violaciones cometidas por los dirigentes del polisario contra los derechos de las mujeres secuestradas en los campamentos de Tinduf, subrayó, el miércoles, una panoplia de ponentes durante un coloquio internacional sobre «La protección de las mujeres durante las crisis humanitarias».
La delegación por el país anfitrión de su responsabilidad legal a una entidad ficticia está en el origen de esta confusa situación, dijeron los ponentes de este encuentro, organizado por la Comisión Nacional de Derecho Internacional Humanitario (CNDIH), que fue una oportunidad para presentar varios ejemplos de las múltiples y graves violaciones físicas y psicológicas que sufren las mujeres saharauis durante dos generaciones.
En este sentido, la activista de derechos humanos y miembro del Consejo Real Consultivo para Asuntos del Sahara, Saadani Maalainine, dio un conmovedor testimonio sobre su desplazamiento forzoso a la edad de 9 años, junto con otros niños, a Cuba, donde permaneció sin ningún contacto con su familia durante 18 años.
Por su parte, Buchanan Ismael, profesor universitario y ex decano de la Escuela de Economía y Gobernanza de Ruanda, subrayó que la voluntad de Marruecos y de Ruanda converge hacia la defensa de los derechos de las mujeres y la promoción de su estatus.
El académico destacó que tanto Marruecos como Ruanda abogan a nivel internacional por poner fin al sufrimiento de esta categoría de mujeres, especialmente el de las mujeres que son víctimas de abusos, persecuciones, privaciones y persecuciones en los campamentos de Tinduf, gracias a las reformas institucionales emprendidas por los dos países.
En cuanto a la presidenta del Sahara Media Center para Estudios e Investigación, Mahjouba Daoudi, abordó las formas de trata de personas, los matrimonios forzados y la explotación sexual, prácticas que se suman a los escalofriantes ejemplos de violaciones y ejecuciones extrajudiciales de mujeres por parte de los dirigentes de las milicias del polisario.
A su vez, Eric Cameron, presidente de la ONG World Action for Refugees, con sede en Noruega, subrayó que la desastrosa situación en la que malviven las mujeres secuestradas en los campamentos de Tinduf es el resultado del continuo desvío de la ayuda humanitaria por los dirigentes del polisario, precisando que las mujeres secuestradas padecen enfermedades crónicas, como la anemia, como consecuencia de las carencias nutricionales que sufren.