Sáhara marroquí: La posición de Panamá es clara y se inscribe en la dinámica internacional iniciada por el plan de autonomía
La posición de Panamá sobre la cuestión del Sáhara marroquí es clara y se inscribe en la dinámica internacional iniciada por la iniciativa de autonomía presentada por el Reino.
En efecto, este país centroamericano pone al día su posición nacional con respecto al conflicto artificial sobre el Sáhara marroquí, lo que marca una evolución de fondo.
Esta posición se inscribe ahora en la dinámica internacional suscitada por la iniciativa de autonomía para las provincias del Sur, que este país, como tantos otros, califica de sola y «única solución» a este diferendo inventado.
Así, la Declaración conjunta, firmada al término del encuentro celebrado por videoconferencia entre el ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, Nasser Bourita y su homóloga panameña, Janaina Tewaney Mencomo, manifiesta la convicción de Panamá de que la solución de este conflicto sólo puede ser realista, como se afirma y se confirma en las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Movida por esta convicción, Panamá subraya que, además de optar por una solución realista – como se afirma y se confirma en las resoluciones del Consejo de Seguridad, aboga por una solución de compromiso, cuando habla de ‘’reunir a todos los interesados para un esfuerzo común por una solución definitiva’’.
Así, se alinea con una mayoría aplastante de la comunidad internacional, que subraya la centralidad de las Naciones Unidas y de su Consejo de Seguridad en particular, en la búsqueda de una solución política definitiva.
Mediante esta Declaración, la República de Panamá se une a la mayoría de los países de la comunidad internacional (más de un centenar), que han designado la iniciativa de autonomía como única solución al diferendo regional sobre el Sáhara marroquí, apoyando los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos, y alejándose así de las soluciones extremas y poco realistas que prolongan el diferendo y retrasan la integración regional en el norte de África.
Además de esta posición que no deja lugar a ninguna ambigüedad, Panamá se compromete, por escrito, a actuar de conformidad con esta Declaración Conjunta y se sitúa ya en una perspectiva que ayudará a las partes concernidas a encontrar una solución duradera y definitiva.
En resumen, Panamá defiende hoy, de manera inequívoca, una solución realista de compromiso, que allane el camino a las partes y a las Naciones Unidas para aplicar esta solución que ofrece paz, estabilidad y prosperidad a la región del Magreb y del Sahel.
Panamá, que demuestra con esta declaración sabiduría y lucidez, abre, con determinación, el camino a una rica cooperación con Marruecos que, gracias a la Visión de Su Majestad el Rey Mohammed VI, se ha convertido en un centro regional, un puente entre los continentes africano y americano, y una potencia creíble para sus socios.
La Declaración Conjunta firmada confirma también la voluntad común de consolidar las relaciones bilaterales y de reforzar la cooperación, e identifica los sectores susceptibles a contribuir a ello.
Gracias a esta posición expresada en esta Declaración, las energías y potencialidades de la cooperación bilateral se liberan así entre dos países cuyas posiciones geográficas son tan únicas como estratégicas, en el estrecho de Gibraltar por un lado y el canal de Panamá por el otro.