Marruecos / Sáhara: amplio barrido contra los contrabandistas en Guergarat
Los servicios de seguridad y de las Aduanas de Marruecos llevan desde el domingo, 14 de agosto una amplia operacion de «saneamiento» en la región de Guergarat, un área infestada de contrabandistas y traficantes de todo tipo en el extremo sur de Marruecos, entre el muro de defensa y la frontera con Mauritania, anunciaron oficialmente el martes en Dakhla.
Esta operación de limpieza se organizó para acabar con el contrabando y el comercio ilegal en la zona fronteriza, dijo, este martes 16 de agosto la Wilaya de Dajla en un comunicado transmitido por la agencia oficial MAP.
«Estas operaciones, todavía en curso, agregó la fuente, permite la evacuación de tres puntos de encuentro de carrocerías de coches y de camiones de ocasión, con más de 600 vehiculos», dijo la Wilaya en su comunicado, asegurando que «el área fue limpiada de todas las formas de comercio ilícito y de las personas que lo practican».
De acuerdo con testimonios de residentes recogidos por los medios locales, este barrdo concentrado en las afueras de la pequeña tierra de nadie llamada «Kandahar», una zona de anarquía donde se practica todo tipo de tráfico ilícito y la trata (de armas, vehículos robados, drogas, hidrocarburos …).
Recordamos, que solo en el mes de julio pasado, los servicios de aduanas marroquíés decomisaron en la zona unos 485 teléfonos móviles y casi 765 kg de resina de cannabis «Chira».
Las operaciones de limpieza, dice la wilaya de Dajla, tiene lugar fuera del «muro» de defensa y más allá del cruce de la frontera única entre Marruecos y Mauritania. Este cruce es el lugar de un flujo continuo de mercancías, pasajeros y vehículos que transitan entre Marruecos y Mauritania y otros países de África occidental como Malí y Senegal a través de Mauritania.
La situación de seguridad en la región se ha convertido en peligrosa debido a la proliferación del contrabando y el tráfico ilícito y las milicias del Polisario no encuentran ninguna dificultad para llegar al otro lado sin preocuparse del desierto mauritano. Una vez en «Kandahar» revenden productos alimenticios desviados de los campos de Tinduf para comprar vehículos todo terreno y armas de guerra. Las autoridades mauritanas tienden a cerrar sus ojos a su paso por miedo a represalias del Polisario.