Las asociaciones no van de la mano con la propensión a enseñar lecciones y los olores de la tutela – Talbi Alami –
El presidente de la Cámara de Representantes, Rachid Talbi El Alami, subrayó, hoy miércoles en Rabat, que las asociaciones no van de la mano con propensiones a dar lecciones y olores patriarcales y tutelares.
En una alocución pronunciado en la sesión de apertura de la 17ª sesión de la Asamblea Parlamentaria del Mediterráneo (APM), Talbi Alami señaló que uno de los objetivos de la APM es contribuir a la consolidación de la asociación entre sus países, en la región mediterránea y en el mundo, así como a la creación de un espacio económico inclusivo donde prevalezcan los valores de tolerancia, coexistencia y respeto mutuo. En este sentido, señaló que las prácticas de algunas fuerzas políticas en Europa, entorpecen o incluso obstaculizan el establecimiento de asociaciones equilibradas y justas a través de sus maniobras para imponer su tutela a los socios e interferir en sus asuntos internos, en sus instituciones constitucionales y en sus prerrogativas, señalando que estas acciones se basan en informes falsos, aislados y realizados a la carta para servir a objetivos premeditados. Tras recordar el estatuto avanzado del Reino en su relación con la Unión Europea y su asociación estratégica, «construida sobre valores y principios antes que sobre beneficios», el presidente de la Cámara de Representantes destacó las contribuciones únicas de Marruecos a la asociación euromediterránea y en la creación de sus mecanismos parlamentarios, además de las responsabilidades internacionales y regionales asumidas, que abarcan varias cuestiones internacionales fundamentales, como la lucha contra el terrorismo, los esfuerzos por la paz y la lucha contra los desequilibrios climáticos. Los países del sur y del este del Mediterráneo, incluido Marruecos, disponen de instituciones constitucionales, de todos los mecanismos, de partidos políticos y de organizaciones civiles para aplicar y proteger el respeto de los derechos humanos, subrayó, afirmando la necesidad de respetar estas instituciones y sus opciones sin interferir en los asuntos internos. También consideró que la democracia no se construye con recetas externas, sino que es el resultado de la acumulación y la construcción de instituciones, sabiendo que nadie niega la condición principal de esta construcción, representada por unas elecciones libres y transparentes. Talbi Alami concluyó que «la fuerza de la cuenca mediterránea no reside en la fragmentación y el desprecio de los socios, sino en el grado de manifestación de la racionalidad siguiendo el ejemplo de grandes figuras como Aristóteles, Averroes y Descartes, y en la voluntad sincera de recuperar el espíritu de Fez, Atenas, Granada, Roma y Alejandría, como espíritu de convivencia, tolerancia e intercambio cultural y material».