El Foro de Diálogo Parlamentario de los Senados y Consejos Similares de África, del Mundo Árabe, de América Latina y del Caribe, un mecanismo de defensa de la paz y la justicia social
El Foro de Diálogo Parlamentario de los Senados y Consejos Similares de África, del Mundo Árabe, de América Latina y del Caribe, que tendrá lugar los días 4 y 5 de marzo en la Cámara de Consejeros, pretende ser un mecanismo de defensa de la paz, así como de la justicia social, medioambiental y climática, el desarrollo sostenible, la gobernanza democrática, la primacía de ley y los Derechos Humanos.
Según la nota marco de este foro, se trata de un espacio interregional de diálogo entre Senados y consejos similares de África, el Mundo Árabe, América Latina y el Caribe, que permite a sus miembros un intercambio interactivo constructivo para facilitar la integración regional y reforzar la cooperación Sur-Sur.
Su objetivo es reforzar la labor de los Senados en materia de diplomacia económica, desarrollar el diálogo parlamentario Sur-Sur sobre cuestiones de interés común, compartir experiencias y conocimientos técnicos, promover programas de cooperación Sur-Sur, además de reforzar el camino de la integración regional y desarrollar el papel de la institución legislativa como autoridad en el fortalecimiento de la gobernanza democrática y territorial.
También se trata de emitir opiniones, propuestas legislativas y recomendaciones para su consideración en las cumbres y congresos gubernamentales africanos, árabes y latinoamericanos.
Según el documento, los valores y los puntos en común que comparten los países del continente africano y el mundo árabe con la región latinoamericana y caribeña han constituido la base de las relaciones históricas entre los países y los pueblos de estas regiones, dado que la migración árabe y africana hacia América Latina ha dado lugar a un mestizaje cultural y humano que ha enriquecido el patrimonio cultural, además de los movimientos de liberación que han desempeñado un papel notable en el apoyo a los pueblos africanos, árabes y latinoamericanos en su lucha por la independencia.
Los pueblos del mundo árabe, África, América Latina y el Caribe se enfrentan actualmente a retos comunes relacionados con los cambios geoestratégicos, además de los provocados o agravados por la pandemia de la Covid-19, lo que hace que la cooperación sur-sur sea una opción estratégica en la política exterior de los países de estas regiones y una opción central para reforzar el diálogo, la solidaridad y el desarrollo.
Esta conciencia colectiva, añade la misma fuente, requiere sin duda el apoyo a todas las iniciativas de intercambio, asociación e integración y el establecimiento de mecanismos de cooperación sur-sur, en respuesta a las aspiraciones de los pueblos del Sur, lo que se ilustra precisamente con la nueva dinámica que han experimentado las relaciones entre los países africanos y árabes, en asociación con los países latinoamericanos y caribeños, en las dos últimas décadas.
Dada su importancia estratégica como representantes de las colectividades territoriales y su contribución a la mejora de la producción legislativa, los senados y consejos similares están dispuestos a desempeñar un papel pionero en la diplomacia parlamentaria y la movilización popular global que puede reforzar la confianza en la capacidad colectiva de diseñar un futuro común.