Ecuador informó que en los últimos cinco años se registraron nueve procesos eruptivos de diferentes volcanes en ese país

Según la Secretaría de Gestión de Riesgos de Ecuador, entre enero de 2017 y enero de 2022 se han registrado nueve procesos eruptivos en ese país, aunque indicaron que muchos de ellos se mantienen sin actividad.

Las alarmas, en este nuevo año, más precisamente el 7 de enero, fueron encendidas por Wolf, en el cantón Isabela, es el pico más alto de las islas Galápagos.

No entraba en erupción desde el 25 de mayo de 2015, día en que expulsó lava tras 33 años dormido.

El ministro de Ambiente, Gustavo Manrique, realizó un sobrevuelo por la zona y confirmó que la actividad se mantiene y que los flujos de lava se ubican a menos de 5 km de la costa, hacia el lado este de la isla.

«La dirección que han tomado los flujos de lava y el desarrollo general de la erupción, nos permite señalar que la población de iguanas rosadas, se mantiene fuera de peligro», señaló.

Según Gestión de Riesgos, no afecta a población humana, pues el Wolf no está en una zona habitada.

El lunes último, el Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional alertó sobre una posible erupción del volcán Fernandina, tras registrar un sismo de magnitud 2.8 grados a 8 km de profundidad.

Por otra parte, los volcanes Sangay (continental) y Fernandina, Sierra Negra y Wolf (Galápagos) han sido los protagonistas en los últimos años en realización de la actividad volcánica en Ecuador.

Por esos eventos, el año pasado hubo 288 emergencias en las provincias de Bolívar, Chimborazo, Cotopaxi, Cañar, Guayas, Los Ríos, Morona Santiago, Napo, Santa Elena y Sucumbíos, ubicadas en distintas zonas del país.

Además, se perdieron cultivos; hay personas damnificadas y viviendas destruidas.

Existen procesos eruptivos previos que aún se mantienen como el caso del volcán Reventador, en la provincia de Napo -al norte de Ecuador-, que se encuentra activo desde el año 2002 y que en octubre pasado generó temor en Shushufindi, por la caída de ceniza.

En tanto, en el continente, el volcán Sangay mantiene en vilo a sus zonas aledañas.

Su actividad comenzó en marzo de 2019 y solo el año pasado afectó a más de 520 mil personas y afectó a 196 mil hectáreas de cultivos.

El mes pasado, el IG informó de un enjambre de sismos en ese volcán, en la Cordillera Real (Morona Santiago).

Según el ente, el número de esos movimientos ha ido en aumento, desde 32 eventos por hora a 60, de los cuales cinco de los últimos se dieron en noviembre.

Por su parte, Danny Rueda, director del Parque Nacional Galápagos (PNG), aseguró que “en la zona de impacto de la erupción existe muy poca fauna emblemática; sin embargo, las especies han evolucionado con estos procesos naturales que son parte de la dinámica normal de los ecosistemas en Galápagos. Las poblaciones de iguanas, tortugas y aves se hallan al norte del volcán, donde históricamente se ha registrado menor actividad volcánica”.