La hostilidad hacia Marruecos, único leitmotiv de las maniobras engañosas antimarroquíes del régimen argelino – Escritor-periodista –
Las maniobras engañosas antimarroquíes del régimen argelino demuestran que la hostilidad hacia Marruecos se erige en doctrina de Estado en Argel, afirmó el escritor-periodista Talaa Saoud Al Atlassi.
«La campaña calumniosa y los falsos ataques llevados a cabo a través de los medios de comunicación y los canales diplomáticos del régimen argelino contra Marruecos son la prueba de que la hostilidad y el resentimiento se erigen en doctrina de Estado en Argel», escribió en un artículo publicado en el sitio web de noticias Machahid 24.
Añadió que «este rencor tenaz contra Marruecos es vano y nunca podrá perjudicar al Reino. En cambio, su perjuicio para el pueblo argelino es seguro, ya que le impide contar con un puntal fuerte, natural e histórico que es Marruecos, como lo fue en el pasado, y que está aún más dispuesto a prestar apoyo en el futuro.
Para Saoud Al Atlassi, «el régimen argelino que se arroga todos los poderes en Argelia sólo tiene en su poder los medios de comunicación de los que es la primera víctima, una diplomacia ineficaz y una economía moribunda», indicando que «este régimen en quiebra, cuyo talón de Aquiles es su pérdida de confianza popular, no puede ni siquiera garantizar al ciudadano argelino el acceso a los productos alimentarios más básicos».
Agregó que «los millones de dólares desperdiciados por el régimen argelino dentro y fuera del país para financiar vanas conspiraciones mediáticas contra Marruecos, un Reino bien anclado en su posición y útil, por su geografía, para sí mismo y para los demás», subrayando a este respecto que «la credibilidad de la prensa no se puede comprar sino que se afirma a través de la verdad».
Talaa Saoud Al Atlassi afirmó que la mayoría de las notas emitidos por la agencia de prensa argelina sobre Marruecos son noticias falsas.
Millones de dólares desperdiciados, dinero tirado por la ventana, para noticias falsas y propaganda en medios de comunicación que no tienen credibilidad ni en Argelia ni en el extranjero», dijo.
Comentando las declaraciones del jefe del Estado Mayor del Ejército argelino, inagotable hablador, señala que al actuar como verdadero presidente, «pone al descubierto la identidad militar del régimen argelino desde que el general De Gaule entregó el poder en 1962 al Frente de Liberación Nacional».
Añadió que «este general no pierde ninguna ocasión de vaciar de contenido el poder de los civiles, que se ven obligados a desempeñar el papel de figurantes en una farsa aburrida y mal puesta en escena».
Se declaró asombrado por el hecho de que «en todos los países, los jefes de Estado Mayor sólo se expresan, en caso de necesidad, en el marco de sus prerrogativas militares, salvo en los regímenes militares en los que asistimos a un dominio sobre las instituciones del Estado salvaguardando la apariencia de un Estado civil y democrático, como es el caso del régimen argelino, cuyo Estado Mayor se distingue por su incesante parloteo».
Mientras tanto, la diplomacia marroquí está multiplicando los éxitos que molestan al régimen argelino, dijo, añadiendo que sus éxitos son el resultado de una convicción a la que han llegado las potencias mundiales, a saber, que Marruecos tiene todas las potencialidades necesarias para su desarrollo y su proyección a nivel regional.
Por otra parte, señaló que «los países que se respetan a sí mismos no toman decisiones basándose en notas de la agencia de prensa argelina, ni mucho menos en los artículos de los periódicos argelinos o en los discursos del Jefe del Estado Mayor argelino y de su asistente, el Ministro de Asuntos Exteriores».
Porque, sostiene, «las decisiones de estos países que mantienen sólidas relaciones con Marruecos en los ámbitos diplomático, económico y de seguridad, son el resultado de una apreciación de las potencialidades de Marruecos capitalizadas en el marco de una visión estratégica impulsada por SM el Rey Mohammed VI, en los ámbitos social, económico y diplomático y que tiene en cuenta las dimensiones nacional, magrebí, árabe, mediterránea y africana».
Se trata, subraya, de «verdades admitidas por países europeos que, tras vanas maniobras desestabilizadoras, molestos por los progresos realizados por el Reino, se han dado cuenta finalmente de que tienen más que ganar con Marruecos, un Marruecos en movimiento y en ascenso». Las mismas verdades, además, que motivaron la decisión de los países del Consejo de Cooperación del Golfo de consolidar sus relaciones con el Reino y darle su apoyo efectivo en la defensa de su integridad territorial, en un impulso fraternal basado en la historia y que mira hacia el futuro.
Y estas son las mismas verdades que han favorecido el desarrollo de las relaciones estratégicas y profundas entre Marruecos y los Estados Unidos de América, relaciones que garantizan al Reino mantener una amistad basada en la asociación y los intercambios fructíferos con la mayoría de los países africanos, europeos y asiáticos, así como con los países latinoamericanos y Canadá.
Todas estas verdades «han frustrado las maniobras diplomáticas argelinas contra Marruecos y también a su complot mediático, tanto ayer como hoy y mañana», concluyó.