Marcha Verde: El discurso Real «visionario y pragmático» – analista estadounidense –

El discurso de SM el Rey Mohammed VI con motivo del 46º aniversario de la Marcha Verde fue «visionario y pragmático» en el sentido de que sentó claramente las bases para acelerar el arreglo definitivo de la cuestión del Sáhara y promover la paz y la estabilidad regional, afirmó la analista estadounidense Irina Tsukerman.

«Fue un discurso a la vez visionario en cuanto a la presentación positiva de la política interior y exterior de Marruecos, y pragmático ya que describe las medidas activas adoptadas para garantizar la estabilidad, la paz y la libertad en la región», subrayó la especialista en Oriente Medio y Norte de África en una declaración a la MAP.

El Soberano ha «presentado claramente los compromisos de Marruecos en cuanto a la defensa de su soberanía, su contribución a la resolución pacífica del conflicto, y clarifica y define sus relaciones con sus aliados cercanos y otros países en general», añadió, refiriéndose al fuerte mensaje de SM el Rey a favor del proceso político liderado por la ONU sobre el conflicto regional artificial sobre el Sáhara, cuya marroquinidad «nunca estará en la agenda de ninguna negociación».

Con la misma franqueza y firmeza, continuó la experta y abogada de derechos humanos, SM el Rey fustigó las posiciones «vagas y ambivalentes» que algunos socios de Marruecos siguen adoptando sobre la cuestión del Sáhara, insistiendo en que el Reino no se comprometerá en ningún enfoque económico o comercial que excluya a sus provincias del sur.

Al tiempo que señala que el discurso real destacó el reconocimiento por parte de Estados Unidos de la plena soberanía de Marruecos sobre su Sáhara, la analista estadounidense estimó que la administración Biden está llamada ahora a tomar «iniciativas concretas para cimentar las bases económicas y políticas de este reconocimiento, que es la posición oficial del país».

Tsukerman también señaló, entre las «conclusiones destacadas» del discurso real, «no haber mencionado ni una sola vez a Argelia o a sus recientes comentarios provocadores, o acciones y ataques mediáticos».

El discurso real se centró más bien, según ella, en «la legitimidad de la marroquinidad del Sáhara y las acciones que Marruecos está llevando a cabo en respuesta a las amenazas regionales», empezando por el apoyo a la reanudación del proceso político bajo la égida de la ONU para un arreglo pacífico de este conflicto artificial.

«Si la cuestión no se resuelve política y diplomáticamente como debería ser en el marco de la ONU, no es porque Marruecos no lo haya intentado, sino porque otros participantes no han seguido o no han cumplido sus compromisos, o no dan prioridad a sus propios intereses, o simplemente porque están utilizando esta cuestión como un arma contra Marruecos sin preocuparse por la suerte de las personas afectadas por ella», concluyó.