Kenza El Ghali denuncia ante varios académicos chilenos la situación abyecta que reina en los campamentos de Tinduf

La embajadora de Marruecos en Chile, Kenza El Ghali, denunció enérgicamente la situación abyecta que prevalece en los campos de Tinduf, donde los secuestrados viven «sin dignidad bajo el yugo de las milicias del polisario y del ejército argelino».

En una conferencia iniciada por el Centro Cultural Mohammed VI para el Diálogo de las Civilizaciones y la Embajada de Marruecos, en coordinación con la Universidad Adolfo Ibañez de Santiago, El Ghali destacó ampliamente el contraste entre el desarrollo y la prosperidad de los habitantes de las provincias del sur y la indigencia impuesta a los habitantes de los campamentos de Tinduf.

Los esfuerzos de inversión de Marruecos en las provincias del sur ha transformado literalmente el paisaje de las ciudades y pueblos de estas provincias, que son el vínculo de Marruecos con su profundidad africana.

Dirigiéndose a los universitarios chilenos, El Ghali hizo un recordatorio histórico de la evolución del conflicto artificial en torno a ese territorio, desde la partición de Marruecos por las potencias coloniales, hasta la recuperación pacífica de este territorio por parte de Marruecos a favor de la Marcha Verde, pasando por las numerosas reivindicaciones de Marruecos, la guerra de liberación y las negociaciones con el gobierno español de la época.

Marruecos tiene una historia ancestral alimentada por sus múltiples afluentes árabe-islámicos, africanos, saharianos, mediterráneos y hebreos, subrayó la diplomática marroquí, que recuerda que las dinastías que reinaron sobre Marruecos procedían del Sáhara.

El Ghali dio, en este sentido, algunas fechas clave del origen del conflicto, recordando las maniobras urdidas por las potencias coloniales para dividir su territorio desde el siglo XIX.

Después de su independencia en 1956, Marruecos continuó reivindicando sus territorios que permanecieron bajo el yugo del colonialismo en el norte y el sur del país, mucho antes de que el grupo llamado «polisario» apareciera en la escena.

Las tribus que viven en el territorio del Sáhara, que no ha sido una Terra nullius como lo confirma la Corte Internacional de Justicia, siempre han mantenido lazos de lealtad con los sultanes de Marruecos, vínculos que son prueba de la soberanía del reino sobre este territorio.

Asimismo, mucho antes de la ocupación de Marruecos, las potencias europeas trataban con Marruecos como autoridad directa del territorio del Sáhara, cuyos Caid y magistrados eran nombrados por el poder central de Marruecos.

Esto se desprende de los numerosos acuerdos concertados entre Marruecos y las potencias coloniales, especialmente las francesas (Acuerdo de Lalla Maghnia, los acuerdos de Madrid y de Algeciras…etc)

Por último, la embajadora de Marruecos criticó las maniobras de un país vecino que ha acogido en su territorio a un grupo de jóvenes a los que ha armado y apoyado, para impugnar la recuperación del Sáhara por Marruecos y que, 46 años más tarde, sigue alimentando este conflicto artificial.