Con el NMD, Marruecos emprende un proceso de modernización que consolida su estatuto de «país clave» – Expertos brasileños –
Con la presentación, ante SM el Rey, del informe general de la Comisión Especial sobre el Modelo de Desarrollo (CSMD), Marruecos emprende un verdadero proceso de modernización del Estado, destacaron universitarios brasileños.
En una entrevista con la MAP, Fábio Albergaria de Queiroz, doctor en relaciones internacionales por la Universidad de Brasilia, y Guilherme Lopes da Cunha, doctor en economía política internacional (Universidad Federal de Río de Janeiro), afirmaron que «se trata de una revisión institucional que ofrece posibilidades de mejora administrativa». En la práctica, no sólo ofrece una oportunidad para afrontar los retos socioeconómicos, sino que también desencadena un proceso de modernización del Estado.
Para ellos, «estos proyectos, en su conjunto, ofrecen nuevas alternativas de desarrollo y, al mismo tiempo, se presentan como un camino capaz de generar ciclos virtuosos de crecimiento económico e inclusión social sostenible, lo que refleja una estrategia de fortalecimiento progresivo de la capacidad administrativa materializada en un pacto nacional de desarrollo».
Así, en materia de gobernanza, además de identificar las debilidades del modelo actual -como las limitaciones del sector público para diseñar e implementar servicios públicos accesibles y de calidad en áreas clave-, la CSMD propone un equilibrio creativo entre las políticas nacionales apoyadas por el Estado y las dinámicas regionales y locales, proporcionando un espacio de acción, experimentación e innovación, argumentaron los expertos brasileños.
«Por lo tanto, si el Reino logra el objetivo de reforzar la legitimidad y la representatividad de los actores públicos, privados y del tercer sector, conseguirá avances estructurales notables y coherentes», dijeron.
Por otro lado, a nivel externo, dichas medidas, maximizadas por el perímetro de transformación del proyecto, proyectan a Marruecos como un polo de atracción de inversiones que reafirma su estatus de «país clave» en la reconfiguración positiva del papel del Magreb en las cadenas de valor globales, según Queiroz y da Cunha.