AQMI: la seguridad regional amenazada por las actividades clandestinas con Tinduf

La seguridad en el norte de África y el Sahel depende estrechamente del control de actividades ilegales que tienen lugar dentro del perímetro de Tinduf. El objetivo es poner fin a las conexiones entre los elementos del Polisario y las redes terroristas de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI). Estas son las conclusiones de la Conferencia Internacional sobre los cambios políticos y la seguridad regional en el norte de África y el Sahel, que se llevó a cabo el 11 de mayo en Tokio.
Además de los cambios políticos causados por la dinámica de la controversia en curso, varios signos inquietantes alentan a dar la voz de alarma sobre la seguridad en la región. Los participantes en està conferencia, organizada por la Fundación Internacional de Japón, señalando el hecho de que el terrorismo en la región no sólo se contenta de referencial ideológico. En el Sahel, que cuénta cada vez más sobre sus vínculos con las redes del tràfico y el crimen organizado que florece en Malí y el norte de Níger. Otro motivo de preocupación es la posible transformación de los campamentos de Tinduf controlados por el Polisario en territorio argelino, en un nuevo hogar o refugio a grupos terroristas. Un semejante escenario materializaría el sueño tan acariciado por Al-Qaeda para establecer un emirato islámico en la región. Una perspectiva que se hizo más probable con la existencia de una gran zona gris Sahelo-Sahariana, que está fuera del control de los ejércitos debilitados de los países de la región.

Paralelamente a estos factores de desestabilización, la conferencia tomó nota de las tensas relaciones entre Argelia y Marruecos, en particular debido a la disputa sobre el Sáhara Occidental. Los conferenciantes también destacaron el incierto futuro de Libia y los problemas planteados por la lucha  por el poder y la gestion de fronteras del país. Por último, la posible ampliación de las actividades terroristas de AQMI hacia el norte y el noreste del Sahel después de la muerte de Ben Laden, también es una fuente de preocupación, de acuerdo con la conferencia de Tokio.