El reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara, un elemento «pacificador» que permite avanzar más allá del statu quo (IPSE)

París – El reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara es un elemento «pacificador» que permite avanzar más allá del statu quo que impide la resolución de un conflicto desestabilizador para la región euromediterránea, afirmó Emmanuel Dupuy, presidente del Instituto de Prospectiva y Seguridad en Europa (IPSE), un think tank especializado en cuestiones geopolíticas y geoestratégicas con sede en París.
«El reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara es un elemento pacificador en el verdadero sentido de la palabra. Permite ir más allá del statu quo y de la posición que la comunidad internacional, incluida Francia, reconoce con el acuerdo de alto el fuego de 1991 y la solución de autonomía propuesta por Marruecos en 2007», dijo el geopolitólogo en una entrevista con la MAP, en vísperas de una conferencia virtual sobre el tema «La amenaza del polisario para la región euromediterránea: una responsabilidad innegable de Argelia», organizada conjuntamente por el IPSE y el Instituto Mandela. Actualmente, hay «una nueva y poderosa dinámica» en torno a la cuestión del Sáhara, dijo el presidente del IPSE, también secretario nacional de “Les Centristes”, considerando que Francia y la Unión Europea deben sumarse también a esta dinámica que implica hasta ahora a más de veinte países. «No menos de 25 representaciones diplomáticas (consulados u oficinas de interés económico) fueron abiertas en el Sáhara, de países que obviamente entienden que la dinámica Norte-Sur y Sur-Sur y la transversalidad euroafricana pasa por este corredor, este corredor a lo largo de la vía donde se construirá el oleoducto transafricano que va de Lagos a Tánger y que de facto traerá el petróleo de una manera más segura, más regular y menos perturbada», detalló. Según el geopolítico, una pacificación de la región es «evidentemente en interés de todos», afirmando que el desarrollo de la subregión de África Occidental y su unidad con el establecimiento de una moneda común, son otros «pilares que se acumulan para crear un verdadero espacio de intercambios comerciales que, por otra parte, se acelera por el establecimiento efectivo de la zona de libre comercio continental africana desde principios de año». A esto se suma el gran interés de esta zona en el plano económico sabiendo que «es en la zona de África Occidental, 16ª potencia económica, que se encuentra la zona económica más estable y más consistente, lo que le da un poder que le permite influir en las relaciones internacionales», continuó. Refiriéndose a la posición de Argelia en el conflicto del Sáhara, y a sus recientes provocaciones hacia Marruecos, Emmanuel Dupuy considera que el régimen argelino «necesita estar en una lógica de estrategia de tensión para no tener que enfrentarse a sus problemas internos, mientras que el Hirak, el movimiento de protesta política y social, se reanuda con renovado vigor». En este contexto, subrayó que «el cuestionamiento por Argelia de lo que era una especie de modus vivendi, se enmarca en la misma voluntad de crear una nueva agenda que, en el fondo, pretende mostrar a la comunidad internacional que la región del Sáhara es tan inestable como la del Sahel». «Esta es la posición que está vendiendo en Washington la poderosa red de lobbies argelinos, especialmente en el Congreso», dice el geopolitólogo, asegurando que «actualmente hay en Washington, como en Bruselas, un verdadero intento de hacer caer la balanza mediante acciones de influencia».