Los Apoyos Logísticos y Civil de la Marcha Verde
La Marcha Verde, acontecimiento histórico de inmensa envergadura y trabaja característico de la ingeniería de Su Majestad el Rey Hassan II, no puede ser el objeto de una simple definición material que se traería a una suma de datos. No puede definirse hasta en la función de la imaginación y la ingeniería de su autor Su Majestad el Rey Hassan II, de la inteligencia de su pueblo y, por consiguiente, "de la adecuación soberano/pueblo", vieja de varios siglos.
A partir de su anuncio, la gloriosa Marcha Verde, bautizada "Operación Fath" sorprendió todo el mundo: ةtats y personas, informados y profanas, amigos y adversarios de Marruecos. Las reacciones fueron a otra parte de reveladoras: si numerosos observadores se callaron y observaron la evolución de los acontecimientos, algunos, en venganza, no faltaron manifestar su asombro, o incluso su escepticismo; órganos de prensa se preguntaron sobre el "realismo" de tal empresa, considerando que la Marcha Verde era "utópica", o incluso "absurda".
Cuestiones se multiplicaron, a veces impresiones de burla.
A "cómo lanzar 350.000 individuos en el desierto?", ¿sucede el "How they expect 350.000 Moroccans to progress, from Goulimine and Tarfaya Onwards?" ¿On camel hump?2"."
Una percepción superficial de la Marcha Verde, reducida a la simple dimensión material, podía sola explicar las observaciones ingenuas y los falsea profecías de los órganos de prensa en cuestión y los detractores de Marruecos.
Hacer tal análisis, era muy simplemente eludir la historia de Marruecos e ignorar la fe inébranl que el pueblo marroquí nunca ha faltado manifestar cada vez que se trató de defender o reconquistar la tierra de sus antepasados.
Una breve reseña histórica bastaría a convencer de esta realidad ineludible. Moulay Hassan Ier no había dicho en 1876: "Hago el juramento de no pagar una piastra de indemnización." España puede quemar mis puertos, ocupar la capital, devastar el país; dussé me refugiar en el Atlas, no trataré. Mis antepasados vinieron del Sahara, habrá3"."
En el mismo año 1876, respaldado por todo el pueblo, 1.o Moulay Hassan ya emprendió una Marcha triunfal hacia el sur de Marruecos. Su expedición (Mhalla) no encontró ninguna dificultad, al contrario, ella recibió por todas partes sobre su paso recepción calurosa y adhesión total de la parte de las poblaciones. Así pues, "el 1.o Sultán Moulay Hassan consiguió afirmar su soberanía en esta región"
que parece haber elegido su terreno preferido para oponer una barrera a las usurpaciones de Inglaterra y España sobre la costa occidental de Marruecos4"."
Todas las tribus le juraron fidelidad y no es hasta a los nómadas del Sahara que no hayan deseado a aportarle méharis y a llevarse a voluntarios para la guerra santa.
En 1958, fuego Su Majestad Mohamed V, el liberador de la nación marroquí, en un discurso histórico pronunciado a ME Hamid al-Ghiz en el sur del país, cerca de las fronteras con Argelia, había declarado: "declaramos solemnemente que proseguiremos Nuestra acción para la vuelta de Nuestro Sahara, en el marco del respeto de Nuestros derechos históricos y de conformidad a la voluntad de sus habitantes".
La Marcha Verde no es pues más que la continuación de la presencia personal del Sultán Alaouite Moulay Ismaïl, en 1679, en el extremo sur del Reino, de la expedición triunfal de Moulay Hassan Ier, en 1876, y de la política encendida trazada por Su Majestad Mohamed V y perseguida por su digno heredero.
La Marcha Verde encuentra, por consiguiente, su explicación en la legitimidad histórica y la simbiosis, "Soberano/pueblo en un reino de retos", "reto a la ignorancia, a la miseria, al hambre, al subdesarrollo…, reto a los cataclismos y a las enfermedades, reto a las secuelas del colonialismo… reto a las codicias, a las provocaciones y a los resentimientos, reto, finalmente, a la guerra, a todas las guerras5".
Así concebida, la Gloriosa Marcha es el fruto de una muy alta reflexión, la de la guía suprema de la nación marroquí, "no haciendo nada, el Sahara se iba." Al hacer una marcha, había oportunidades para que volviera de nuevo6"."
Es también el resultado de la relación de concordancia que "une al pueblo a su soberano y que tiene para pilar central el respeto" que implicó una confianza mutua, la cual trajo una toma de conciencia cada vez que la patria se enfrentó a una prueba nacional.
Que va a seguir no tiene la pretensión de ser la explicación de filosofía de la adecuación ancestral soberano/pueblo esto no será más no una narración exhaustiva sobre la organización del acontecimiento histórico que es la Marcha Verde, sino una simple reseña de la logística, esto est-à- de los medios civiles puestos al servicio de la Marcha Verde, llamada a justo título la Marcha del siglo.
Por eso es necesario abordar el acontecimiento bajo su aspecto organizativo al sentido de la aplicación material.
Una Marcha de tal envergadura requirió, para su éxito, el despliegue de medios logísticos importantes donde no se dejó nada a la casualidad, ni a la improvisación. Estos medios eran de dos órdenes:
• Un marco humano a todos los niveles.
• Un equipamiento en material y en comidas en cantidades suficientes.{mospagebreak}El Marco Humano
Cada vez que la Marcha Verde se aborda bajo algún aspecto que sea, una serie de interrogaciones se imponen. ¿Por acceso, por qué exactamente la cifra de 350.000 voluntarios? ¿A continuación, cuál será el método de organización? ¿Y finalmente, cuáles serán los puntos de partida y de llegada?
Para el número, la explicación profundamente filosófica fue dada por Su Majestad al Rey Hassan II: "350.000 es la cifra de los individuos que nacen en Marruecos cada año." Pensé que me estaba permitido comprometer la cosecha solemne que Dios nos da para traer a la Patria una tierra que nunca habíamos olvidado7"." El lector podrá encontrar en el desarrollo de este relato la respuesta a las otras cuestiones planteadas. El éxito de la operación Fath residía también en el secreto absoluto que rodeó su preparación.
Esta discreción fue en efecto impuesta a todos los niveles. Uno de los cuerpos del Estado que haber sido el primero informado es el de los gobernadores de Su Majestad el Rey.
Esto se consagraba se había invitado una noche del mes del Ramadan 1395, el 18 exactamente, correspondiendo al 26 de septiembre 1975. Todos los gobernadores del reino a asistir en Rabat en una reunión de trabajo. La reunión debía implicar un orden del día, suma toda
normal y habitual, produciéndose beneficio a la marcha de los servicios y a la situación en el país en general.
A la salida de la reunión y después de la ruptura del ayuno, los ayudantes han estado invitados volverse al palacio real. Nadie se dudaba de esto que iba
enterarse de esa noche. Fueron recibidos por Su Majestad el Rey y prestaron inmediatamente, y a su sorpresa, juramento solemne de guardar el secreto sobre lo que iba a anunciárseles. Estudiaron entonces próxima organización de una marcha destinada a liberar el Sahara marroquí de la colonización española. Colaboradores
prójimos del Soberano se invitaron a proporcionar a los gobernadores, durante la sesión, explicaciones sobre la gigantesca obra que iba a emprenderse; trabaja a la concepción de la cual descubrieron que Su Majestad el Rey Hassan II ya había trabajado en detalle y había solucionado al preliminar todos los problemas que podían plantearse.
El primer núcleo del marco humano, civil, estuvo por consiguiente el constituido por el cuerpo de los gobernadores, todos los gobernadores del Reino. En efecto, inmediatamente permiso tomado de Su Majestad el Rey, una verdadera máquina, ciertamente limitada, se aplicó para realizar una misión inmensa.
Los gobernadores debían, a partir de su vuelta en las prefecturas y provincias, proceder al inventario de productos y materiales disponibles al nivel de sus órdenes respectivas y que podían servir a la Marcha Verde. Este inventario, efectuado bajo pretextos convenientes y sutiles, se refirió: {mospagebreak}- Los productos de consumo que existen en el comercio y en las fábricas de
fabricación tales que: la harina, el aceite, el azúcar, los dátiles, las conservas, las velas, los fósforos, las bombonas de gas butano, el jabón, etc.
– Los medios de transporte: autocares y camiones.
– Los medios de alojamiento y equipamiento de los andarines: tiendas y coberturas.
El secreto que rodeaba esta tarea no podía sino volverlo más difícil, sobre todo teniendo en cuenta que se excluía rigurosamente el intercambio de escritos o comunicaciones, por radio y télex.
La transmisión de las directivas del centro hacia las regiones, la recogida de la información sobre la evolución de la misión de los gobernadores territoriales y la coordinación de sus acciones estaban garantizadas a a través de contactos y reuniones nocturnas animados diariamente y distintos puntos del territorio nacional por gobernadores que ejercían al servicio central, los cuales debían efectuar la noche de largos viajes y encontrarse cada día a las horas de
servicio en las oficinas al Ministerio de Interior en Rabat, no despertar ninguna sospecha.
"que el secreto esté guardado por seis o siete personas, eso ya so'lo es, de allí se lo lleva entre treinta, esto mal está mejor ya aún, pero que durante doce días a más de haya puesto a sesenta personas en el secreto y que nada no haya filtrado, entonces allí es el milagro8".
El segundo núcleo del marco civil debía estar constituido por contingentes de agentes y auxiliares de autoridad (700 en total) seleccionados en todas las prefecturas y provincias: estos 700 agentes fueron convocados al Ministerio de Interior y sido advertidos que se eligieran para un período de prácticas de reciclaje y perfeccionamiento en informe con su carrera administrativa.
Se transportaron hacia una escuela Benguerir, cerca de la ciudad de Marrakech, para recibir una formación acelerada, orientada hacia el civismo, el patriotismo, la organización y el marco de las masas; su período de prácticas se desarrolló en el secreto.
A sus cuestiones sobre las razones de su aislamiento, sobre la originalidad de la formación que se les impartía así que de aprehensiones que algunos de entre ellos experimentaban sobre su futuro, estos funcionarios no tuvieron respuesta hasta que escucharon, en mismo tiempo que el pueblo marroquí y el mundo entero, el discurso pronunciado por Su Majestad el Rey Hassan II a los 18 30, el 16 de octubre de 1975, sobre la organización de la Marcha liberadora del Sahara.
Eran estos siete ciento agentes que debían proporcionar el esqueleto de marco para el acompañamiento del Massira (la Marcha).
Inmediatamente después del anuncio oficial de la Marcha bendecida, se puso entonces un verdadero plan, conocido al preliminar bajo la alta dirección de Su Majestad el Rey y guardado secreto, en movimiento. Se refería a la aplicación de todas las estructuras que debían constituir el marco civil completo de la Marcha Verde, desde la inscripción de los voluntarios hasta a la vuelta de los andarines en ellos, pasando por su salida hacia el Sahara, su estacionamiento en los lugares de campamento y su paso histórico y heroico de las fronteras artificiales que dividían su patria. Este plan englobaba a varias comisiones.
Comisiones de inscripción y selección de los andarines
Es necesario destacar aquí que la selección se impuso, de acceso para para permitir a a todos los componentes de la población participar en la Marcha y participar en remate de la integridad del territorio nacional, y a continuación para limitar esta participación entre los andarines, hombres y mujeres, fijado por el Soberano. {mospagebreak}A este efecto, se abrió a oficinas de inscripción de los voluntarios a a través del conjunto del país bajo la autoridad directa de los gobernadores que asumían el control y la coordinación por la inclinación de las comisiones de inscripción y selección. Se componía a estas últimas comisiones de agentes de autoridad, funcionarios administrativos y cargos electos locales. Los voluntarios quienes debían inscribir eran distribuidos por prefectura y provincia tal como se indica en las siguientes cifras:
Agadir: 33.000 que 3.300 mujeres.
AL Hoceima: 2.000 que 200 mujeres.
Bendecido Mellal: 10.000 que 1.000 mujeres.
Chefchaouen: 500 que 50 mujeres.
Ksar Es-Souk: 20.000 que 2.000 mujeres.
Casablanca: 35.000 que 3.500 mujeres.
EL Jadida: 15.000 que 1.500 mujeres.
Essaouira: 5.000 que 500 mujeres.
Figuig: 1.500 que 150 mujeres.
Fès: 15.000 que 1.500 mujeres.
Kénitra: 10.000 que 1.000 mujeres.
Khémisset: 10.000 que 1.000 mujeres.
Kelaâ Sraghna: 2.500 que 250 mujeres.
Khouribga: 2.500 que 250 mujeres.
Khénifra: 10.000 que 1.000 mujeres.
Marrakech: 25.000 que 2.500 mujeres.
Meknès: 10.000 que 1.000 mujeres.
Missour: 500 que 50 mujeres.
Nador: 500 que 50 mujeres.
Oujda: 1.500 que 150 mujeres.
Ouarzazate: 20.000 que 2.000 mujeres.
Rabat-Salar: 10.000 que 1.000 mujeres.
Safi: 7.000 que 700 mujeres.
Settat: 10.000 que 1.000 mujeres.
Tánger: 500 que 50 mujeres.
Tarfaya: 15.000 que 1.500 mujeres.
Taza: 10.000 que 1.000 mujeres.
Tetuán: 1.800 que 150 mujeres.
Tiznit: 18.000 que 1.800 mujeres.
Azilal: 5.000 que 500 mujeres.
A todos estos voluntarios, era necesario añadir los personal de marco, a los personal de la salud y la asistencia social, a los personal de
la intendencia, los conductores de los vehículos de transporte y sus ayudas.
El Massira alcanzó 350.000 almas entusiastas e impacientes de participar en la liberación pacífica del Sahara. Habría podido ser de varios millones si la posibilidad se hubiera dado a todos los voluntarios de inscribirse.
En efecto, las comisiones de inscripción y selección debían inicialmente funcionar durante una semana. Han tenido que cerrarse para algunas a partir del primer día, para otro a partir del día siguiente y para los últimos a partir del tercer día, tanto la movilización de un toda una pueblo para responder la llamada de su Soberano era masiva y urgente. "si hubiera abierto a más oficinas, habría tenido dos millones, tres millones, cuatro millones y habría movilizado aún a más jóvenes que de gente madura9".
Comisiones de suministro y equipamiento
A Tan-Tan y a Tarfaya, centros de vivaques, así que en Marrakech y Agadir, ciudades enlace de tránsito y descanso, se constituían importantes existencias de productos alimenticios, de medicamentos y otros suministros la intención de los andarines. La compra y el almacenamiento fueron realizados por la Administración central a a través de una comisión nacional dónde se representaban todos los departamentos ministeriales.
Pero era necesario garantizar de acceso el suministro de los 350.000 andarines durante el viaje, de otro modo dicho, dotarlos con comidas y con productos de primera necesidad, suficientes para el período yendo de dos a cinco días que debían pasar sobre el trayecto que separaba los lugares iniciales y llegada.
La distancia que debe recorrerse era para algunos larga de más de 1500 kilómetros (Tánger a Tarfaya: 1424 km; AL Hoceima a Tarfaya: 1635 km; Oujda a Tarfaya: 1643 km; Figuig a Tarfaya: 1620 km. . etc).
Además la progresión de los convoyes debía efectuarse a una velocidad
relativamente lenta, de acuerdo con una planificación, muy conseguido, establecido por el Estado Mayor de la Gendarmería Real, que tenía, entre otras cosas responsabilidades, las acerca de la organización de la circulación de los convoyes y la garantía de la seguridad vial, para no paralizar el tráfico ordinario de los viajeros y mercancías en el país.
Las comisiones de suministro y equipamiento debían por consiguiente evaluar, adquirir, preparar y distribuir las raciones de carretera, cada una para los andarines de su prefectura o provincia. Tenían también por tarea de reunir y transportar hacia Tan-Tan y Tarfaya a menos tanto coberturas que de andarines, así que distintos utensilios, y sobre todo importantes cantidades de tiendas para el alojamiento de los 350000 andarines.{mospagebreak}Comisiones de alojamiento y transporte
Estas comisiones debían tan ellas reunir a los andarines inscritos en uno solos lugares antes de la salida hacia el Sahara. A este efecto les incumbía:
– De preparar las estructuras de recepción y mantenimiento a las cabezas de partido de las provincias y prefecturas.
– De organizar los voluntarios en pequeñas unidades que permanecerán agrupadas durante toda la Marcha. Eso permitía instituir la disciplina y facilitar los contactos y la comunicación de las directivas: se tendrá asunto a jefes de grupos.
– De velar por el estado de salud de los andarines, de no admitir para la salida que los voluntarios aptos físicamente y que pueden soportar las dificultades inherentes al viaje.
– De distribuir los voluntarios y los equipamientos sobre los vehículos y sobre los trenes al principio de los puntos de convergencia. En efecto, una importante parte de los 350.000 andarines y de sus equipamientos fue transportada por tren que debe irse de los centros y ciudades del reino que poseían una estación ONCF y esto, hasta Marrakech, ciudad terminal de la línea de los ferrocarriles, dado que se hizo la continuación sobre el Sahara al medio de autocares y camiones.
Todas estas confundidas comisiones, que se pueden llamar comisiones de preparación y puesta en carretera de la Marcha Verde, requirieron la movilización a más de de 5.000 excluyendo agentes civiles, del Estado y las colectividades locales, la participación activa proporcionada por los cuerpos elegidos. Sus acciones se desarrollaron bajo la autoridad de los gobernadores y la orientación del Ministerio de Interior.
Si la importancia de estos distintos tipos de comisiones variaba de una prefectura o de una provincia a otra, según las cuotas asignadas de los voluntarios, el esqueleto debía sin embargo ser el mismo, para conservar la homogeneidad de la acción.
El Marco que Acompaña los Andarines
Durante la evolución de los andarines hacia el sur del reino, a partir del conjunto de las prefecturas y provincias, un marco específico debía acompañarlos sobre todo el trayecto. Se encargaba de velar por el buen desarrollo del viaje, al respeto de las consignas de orden y organización así que a la animación: "a fin de llevar a cabo esta marcha, se siente en el deber obedecer rigurosamente y aplicar las consignas de los que se encargan de tu marco10".
Para ilustrar la composición del marco de acompañamiento, mencionan a título de ejemplo que para sus 10.000 andarines, la prefectura de Rabat-Salar delegó:
– 8 agentes de autoridad (caïds).
– 20 auxiliares de autoridad (chioukhs et Mokadmines).
– 2 médicos.
-12 enfermeros.
– 62 asistentes sociales.
– 20 morchides (predicadores).
– 63 cuadros y agentes procedente de distintos otros departamentos ministeriales.
– 120 jóvenes scouts.
En paralelo a este marco, verdaderos Estados comandantes de funcionarios civiles y miembros de los cuerpos elegidos se activaban de día como noche, al nivel de las ciudades enlace (Marrakech y Agadir) donde de impresionantes superficies de recepción se arreglaban para garantizar una misión de asistencia y suministro de los convoyes. La zona de descanso de Agadir se extendía sobre una superficie de 60 hectáreas.
Tan pronto como la llegada de un convoy al uno de los centros-enlace, una multitud de operaciones instantáneas, ordenadas y datos éclenchaient. Convergían muy hacia la satisfacción de las necesidades de los andarines y vehículos (distribución de comidas, agua, cuidados médicos, combustible, recambios. .. etc.).
La Organización de los campos de estacionamiento
La primera fase asignada por Su Majestad el Rey Hassan II a los andarines era tomar pie a Tan-Tan y Tarfaya, ciudades del Sur limítrofes de la línea de demarcación que separaba aún las partes liberadas y las ocupadas del territorio nacional. Debían instalarse y esperar el orden del Soberano.
Así se establecieron, cerca de una y del otros de estas dos aglomeraciones, de los pueblos de tiendas que se alineaban y se cruzaban a pérdida de vista en una armonía impecable realizada gracias a la ayuda incansable aportada por hombres de la ingeniería de las valerosas Fuerzas Ejércitos Reales.
Las tiendas eran de colores y distintas dimensiones; representaban Marruecos en su diversidad, su riqueza y su civilización. Eran los campamentos de la Marcha Verde. {mospagebreak}
El marco incluía a este nivel un puesto de orden (PC) central y de los PC de campos. El PC central se componía de representantes del Ministerio de Interior (gobernadores), de Oficiales superiores de las Fuerzas Ejércitos Reales y de la Gendarmería Real. Él
se rodeaba con comisiones especializadas encargadas cada una en lo que lo concernía:
– De la intendencia (suministro de los vivaques de comidas y agua, en particular);
– Salud, higiene y asistencia social;
– Animación y ocios;
– Material, combustible, reparaciones y transporte;
– Prensa, información, puestos y telecomunicaciones.
Los PC de campo se constituían a la imagen del PC central. Cada campo correspondía a un Massira, esto est-à- al contingente de andarines de una prefectura o de una provincia.
Los campos se dotaban cada uno de un órgano de dirección y gestión así que de una estructura médica. Los andarines participaban en la vida diaria de sus campos a a través de las distintas comisiones especializadas.
Al compás de los días y después de las dificultades del principio inherentes a la implantación de las tiendas y a la familiarización de los andarines con el desierto, en su aspereza pero también en su belleza, la vida pasaba a ser de más en más organizada y animada. _ de ellos, sin embargo, no so'lo tener que uno obsesión, la de presionar y de liberar suelo marroquí que ser aún usurpar y ocupar.
El día J, el dónde el autor de la Marcha Verde, Su Majestad Hassan II, iba a dar la señal inicial, se esperaba con impaciencia, valor y responsabilidad de la parte de todos, andarines y pueblo marroquí toda totalidad.
Del 23 de octubre de 1975, fecha de llegada, a Tarfaya, del primer convoy de andarines, las idas dos días más pronto de la provincia de Errachidia, cuna de la dinastía Alaouite, al 6 de noviembre de 1975, fecha del paso y la abolición de las fronteras artificiales, enormes tareas fueron realizadas por un marco cada uno de las cuales de los componentes se aprovechaban a la obra y se excedían para llevar a cabo una misión ciertamente pesada, pero vuelta fáciles gracia a la dedicación
incomensurable y a la voluntad inébranl de los andarines.
Este marco de los campos incluía agentes de autoridad y auxiliares, médicos, enfermeros y socorristas, especialistas y agentes de la higiene, a asistentes sociales, a agentes de la protección civil, distintos técnicos y de los morchides. Era completado por elementos seleccionados entre los andarines. La media general para el marco básico incluía:
– 1 caïd y 3 auxiliares para 1000 andarines.
– 1 médico y 6 enfermeros para 5.000 andarines.
Los otros componentes variaban en número siguiente el volumen de cada campo y según los medios en personal del que podían disponer las prefecturas y las provincias de origen de los andarines.
Por otra parte, los centros de salud y hospitales de Tarfaya, Tan-Tan, Guelmim y Bouizakarne se transformaron en hospitales multidisciplinares con equipamientos variados y médicos especializados.
Numerosos puestos de ayuda del Creciente Rojo marroquí jalonaban las carreteras que conducían al Sur; otros completaban el producto médico establecido en los campamentos. Todas estas distintas estructuras podían parecer insuficientes ante la avalancha de gente que formaban los 350.000 voluntarios y ante la multitud de problemas a los cuales esta marea habría podido dar lugar, no había sido la movilización de los andarines y del marco, su fe, su abnegación y su sentido del sacrificio.
"administra así la prueba una nueva vez, querido pueblo, de la capacidad de gastarse, sin límite ninguna, cuerpo, almas y bienes para tu parte sabe sacrificar espontáneamente hasta a la comodidad de ser en tu hogar11".
Los medios materiales
Ciertamente, el marco humano desempeñó un papel importante en el desplazamiento de los 350.000 andarines de las distintas regiones del reino hasta al sur del país y en su vuelta; pero el papel del apoyo logístico fue determinante en el éxito de la gigantesca operación.
Este apoyo logístico debe ponerse a la cuenta del pueblo marroquí toda totalidad, cuyo ningún miembro vaciló uno solos pro'ximos momentos espontáneamente y con entusiasmo a la llamada de su Soberano.
Los que no pudieron participar físicamente en la marcha de la liberación desearon aportar su contribución material, incluso simbólica, para señalar su presencia a la liberación del Sahara y al remate de la integridad territorial nacional.
Antes de de dar algunos ejemplos que ilustrarán la contribución material aportada por los ciudadanos, he aquí una reseña sobre los medios materiales movilizados al servicio de la Marcha Verde por la administración. {mospagebreak}El transporte
La Marcha Verde u "Operación Fath" recurrió a los medios de transporte nacionales, terrestres, ferroviarios, aéreos y marítimos.
El entusiasmo, la fe y la tenacidad con que los cuadros y personal de cada uno de estos sectores se gastaron permitieron superar todas las dificultades y atenuar las insuficiencias.
El transporte por carretera fue el primero en empezar en el marco de la aplicación de la Marcha Verde.
En efecto, antes de la salida de la Marcha, centenares de camiones de Oficio nacional de los transportes (TIENEN) comenzaron a encargar de las mercancías que deben irse de Casablanca, corazón económico y comercial del país, y salir de otros grandes centros, para ir a descargar a Tarfaya y Tan-Tan. 300 vehículos así rodaron día y dañan durante cerca de tres semanas entre el interior del reino y los centros de Tan-Tan y Tarfaya.
El TIENEN puso también camiones y autocares la disposición de las prefecturas y las provincias para reforzarlos en el transporte de los andarines y de sus materiales. En total, LO TIENEN movilizó, para las necesidades de la Marcha Verde, aproximadamente 2100 vehículos de transporte de viajeros y mercancías.
Por su parte, la Oficina Nacional de los Ferrocarriles (ONCF) movilizó 113 trenes que transportaron hacia Marrakech 30 ~o andarines y 127.800 toneladas de mercancías. Los convoyes del ONCF reservados a la Marcha Verde surcaron el país, durante doce días por irlo de los andarines y durante seis días a su vuelta (a la ida, la mitad de los convoyes se destinaba a las mercancías).
Para atenuar el estorbo de las vías férreas y garantizar una perfecta
sincronización a los movimientos de los numerosos trenes, los responsables del ONCF establecieron un sistema permanente y vigilante, distribuido sobre todas las estaciones del reino y supervisado sin parar por puestos de mando (PC) instalados en los centros principales.
El sentido patriótico y "el espíritu ferroviario" permitieron a los cuadros y a los agentes de Oficio nacional ferrocarriles asumir a la perfección el papel que era suyo en el éxito de la Marcha Verde. Pasar por las 96 estaciones que cuenta la línea – Marrakech oujda, sin el menor incidente, señalaba, si no del milagro, menos de la alta capacidad de los ferroviarios marroquíes, que consolidaban, es necesario aún destacarlo, la disciplina, la movilización y el entusiasmo cuyos todos voluntarios hicieron prueba.
Los aviones de Real Aire Marruecos (ESPOLÓN) y los barcos de la Compañía Marroquí de Navegación (COMANAV) contribuyeron "a la operación Fath" de manera efectiva y eficaz.
Los primeros, en particular, garantizaron el transporte de los voluntarios
representando la colonia marroquí al extranjero, como desempeñaron un papel activo en el transporte de mercancías, sobre todo en los casos de urgencia.
A observación de los casos de urgencia, debemos a esta ocasión destacar la contribución, ô cuánto precioso y saludable, de un aparato que se había vuelto familiar tanto a los andarines como al marco durante toda la duración de campamento a Tarfaya y a Tan-Tan. Este enorme pájaro del cielo llegaba siempre como una Providencia a los momentos cruciales para aliviar los agotamientos de existencias, aportando nuevos productos a la alegría de todo el mundo.
Se trataba del avión C-130 de las Fuerzas Reales Aire (FRA) a las cuales es necesario rendir homenaje para su resultado y su atrevimiento.
A fin de permitir a este avión aterrizar a Tarfaya – al principio, liberaba sus cargamentos a baja altitud -, 2.000 andarines se llevaron a voluntarios y se retransmitieron a la tarea para realizar en pleno desierto y en el espacio de dos días una pista nivelada, regada y condensada sobre una longitud de dos kilómetros y una anchura de 75 metros. Esta pista de fortuna tuvo el privilegio de acoger del C-130 marroquíes y los aviones de país amigos.
Algunos no faltaron acordarse que las arenas de Tarfaya, que nada no predestinaba con todo a desempeñar el papel de un aeródromo, contaban en su historia un otro aterrizaje: aquél que Saint-Exupéry se había visto forzado efectuar un día de 1926.
La actividad de los barcos del COMANAV se concentró tan ella sobre el transporte de las mercancías de consumo hacia los puntos de almacenamiento.
En paralelo a la acción de la administración y oficinas nacionales en materia de medios materiales, la participación de los ciudadanos era masiva y espontánea. Permitió colmar y superar todas las necesidades. Así pues, sus proprietarios pusieron 6000 camiones y autocares privados a disposición de la Marcha Verde.
Para atenuar los accidentes y las averías mecánicos, grúas, remolques y talleres móviles enteramente equipados siguieron la evolución de los distintos convoyes.
El ejemplo de Casablanca puede construir al lector. Esta prefectura tenía en efecto puesto en carretera, para transportar sus 38.500 andarines y sus equipajes: 681 camiones estantes, 84 camiones cisterna, 27 furgonetas, 22 ambulancias, 351 autocares y 5 talleres móviles.
El sector transporte, gracias a su movilización, permitió garantizar en un tiempo marca y en condiciones sin falta no sólo el desembarque a Tan-Tan y a Tarfaya de los 350.000 andarines, sino también de 23.000 toneladas de agua y de 17.000 toneladas de comidas que debían constituir las primeras reservas de consumo.
Estos productos debían por la consecuencia ser multiplicados por cerca de dos veces y media en razón de la prolongación de la duración de campamento (del 21 de octubre a finales de noviembre).
No hablar más que de la reconstitución de las existencias en agua, es necesario recordar que algunos convoyes de camiones cisterna, que parecían a veces alinearse al infinito, se formaban a Tarfaya e iban abastecerse respectivamente a Guelmim, en Agadir o Marrakech, centros distantes de del,.500 y 750 kilómetros de la ciudad de Tarfaya.
Pretender cuantificar en detalle y con exactitud todos los medios
de equipamiento utilizados y todos los productos consumidos con motivo de la Marcha Verde es un ejercicio simplemente imposible. La razón es que la contribución material y benévola del pueblo marroquí era masiva, abundante y diversificada.
Sin embargo, las autoridades se sentían en el deber conocer y cubrir las necesidades materiales esenciales. Así pues, reflejaron en lugar y distribuyeron para los dos campamentos de Tan-Tan y Tarfaya:
– 10.000 tiendas.
– 430.000 utensilios de cocina.
– 350.000 coberturas.
Además los andarines se llevaron distintos equipamientos al principio de sus lugares de origen. El caso de Casablanca puede citarse; refleja, con algunas excepciones, la situación que era la de todas los Massiras siguiente la importancia de cada una. Los 38.500 andarines de esta prefectura se llevaron con ellos:
• 50.000 metros de tejidos (mantones)
• 35.000 toallas
• 35.000 coberturas
• 35.000 gaitas
• 35.000 bolsitas para partes de identidad.
• 35.000 jerséis
• 35.000 Khamsats (Corán)
• 111.958 bolsos para pan
• 35.000 bidones
• 35.000 latas
• 40.000 vidrios
• 35.000 cucharas
• 70.000 cuencos
• 70.000 bases
• 35.000 cuchillos
• 2400 calderas
• 1200 cafeteras
• 35.000 abre -caja
• 1200 potes
• 1200 cucharones
• 200 cubos
• 300 lavabos
• 416 kilos de cuerdas
• 15 toneladas gas- butano
• 350 metros de tubo en plástico. {mospagebreak}La descripción de los medios logísticos civiles de la Marcha Verde tomaría aún varias páginas si la enumeración debiera proseguirse. Por eso destacamos, a riesgo de repetirnos, que se transportó, alberga y se mantuvo a la población de los 350.000 andarines con medios y en condiciones que habían sobrepasado todo esto que se esperaba.
Inmediatamente instalados los campamentos, el sur del reino se volvía el centro de interés y preocupación del todos Marroquí, cada uno queriendo contribuir a su manera al estímulo y al bienestar de los andarines. Si los mayoristas y los comerciantes no regatearon sobre ningún medio para participar en el suministro de los campos, particulares fluyeron también todos los días para aportar alguna cosa. Venían de todas las esquinas del país, haciendo frente a las distancias, los riesgos climáticos y las restricciones que se aplicaban alrededor de Tan-Tan y Tarfaya.
Para ilustrar el grado de entusiasmo y disponibilidad que animaba a los ciudadanos marroquíes, dos casos pueden citarse en ejemplo:
– El primero es el de un sexagenario que recorrió más de 1600 kilómetros que separan Errachidia de Tarfaya. Tomó un primer autocar hasta en Casablanca (650 km), luego otro hasta en Agadir (550 km) y finalmente taxis hasta al campamento de Tarfaya (539 km). Esta mujer había venido a aportar dos coberturas y dátiles a sus hijos y a sus camaradas voluntarios de la Marcha Verde.
– El segundo caso es el de un hombre de alrededor ochenta años que tomó sobre él de recorrer más de 1000 kilómetros a través de montañas y desiertos para traer de Bendecir Mellal a Tarfaya dos ovejas que ofreció al Massira.
"A dolor habían anunciado nuestra decisión de emprender esta Marcha bendecida que se llevó de un mismo impulso para responder a nuestra llamada." Por otro lado, esta nobleza todavía ha sido tu atributo. Hizo ti a un pueblo que sirvió de ejemplo y que inspiró las más bonitas páginas de la Historia12"."
________________________________________
1
Rueda de prensa de Su Majestad el Rey del 25 de noviembre de 1975.
2
S. El Sr. Hassan II, el Reto, ediciones Blancos Michel, 1976, p. 174.
3
Documentos de la legación de Francia a Marruecos, 14 de mayo de 1876.
4
Documentos de la legación de Francia a Marruecos, 4 de septiembre de 1885.
5
S. El Sr. Hassan II, el Reto, OP cit., p. 198.
6
Rueda de prensa de S. el Sr. el Rey, OP cit.
7
S. El Sr. Hassan II, el Reto, OP cit., p. 176.
8
Rueda de prensa de S. el Sr. Hassan II, OP cit.
9
Rueda de prensa de S. el Sr. Hassan II, OP cit.
10
S. El Sr. Hassan II, el Dédi, OP cit., p. 179.
11
Discurso de S. el Sr. el Rey del 5 de noviembre de 1975.
12
Discurso de S. el Sr. el Rey, OP cit.