Divertida semejanza entre los países hostiles a Marruecos y apoyan al Polisario

La mayoría de los países hostiles a la soberanía de Marruecos sobre su Sáhara y que aún apoyan al Frente Polisario y su quimérica república «RASD» comparten muchas similitudes.
Estos países, que en su mayoría son productores de petróleo, diamantes u otros metales preciosos, se enfrentan actualmente a profundas crisis económicas y financieras tras la caída de los precios de los productos básicos. Estas crisis pueden explicarse por la no diversificación de su economía, corrupción, mal gobierno, malversación de fondos públicos y la persistencia de los dirigentes de estos países para aferrarse al poder.
En esta categoría incluyen los ejemplos de Sudáfrica, cuyo presidente Jacob Zuma y su clan son corruptos hasta los dientes, pero continuan en dirigir el país a pesar de fuertes protestas de la oposición y la sociedad civil.
Mozambique, cuyo subsuelo contiene enormes recursos naturales, pero que se encuentra entre los países más pobres del mundo, y su siempre presente el presidente Robert Mugabe se ha ha a pesar de todo mantenido en el poder durante más de 37 años, y no ha dimitido solo bajo la presión del ejército.
Venezuela mayor productor de petróleo sin embargo, su presidente contestado Nicolas Maduro a logrado en arrojar al abismo de la miseria y llevó a su país al borde de la asfixia económica.
La Argelia, cuyo moribundo Presidente Buteflika, quién a pesar de su discapacidad física consecutiva a un ataque cerebral «AVC » que padece desde 2013, esta todavía al mando del país e incluso cuenta dirigirlo para un quinto mandato, o en el peor de los casos, pasar la mano a su hermano Said. La economía de este país se encuentra en un estado poco envidiable, mientras que los ingresos del petróleo y el gas fluyen libremente beneficiando la única oligarquía, mientras que los jóvenes argelinos tientan todos los peligros para emigrar ilegalmente a Europa.
Angola, que también reconoce a la fantasmagórica «RASD», no se destaca. Su presidente saliente, José Eduardo dos Santos, otro gran defensor del Polisario, que combina las funciones de Presidente de la República, Presidente del Movimiento de Liberación Popular de Angola (MPLA) y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Populares de Liberación de Angola (FAPLA) dirigió a su país con mano de hierro desde 1979 hasta 2017.
Después de 38 años de reinado indiscutible, Dos Santos que transfirió en agosto pasado el poder a Joao Lourenço, él y su familia, a la cabeza de una fortuna colosal de unos 31 de mil millones de $, distribuidos en el sector inmobiliario en Europa, cuentas bancarias en Suiza y en paraísos fiscales.
Legó a su sucesor un país envuelto por una profunda crisis económica, sin embargo, Angola mayor productor de petróleo saca de los hidrocarburos casi el 70% de sus ingresos fiscales y el 40% de su producto interno bruto, pero la población angoleña es una de los más pobres del mundo. Casi el 70% de los angoleños sobreviven con menos de 2 $ por día.
La lista es interminable de estos regímenes corruptos y déspotas que siguen apoyando los mercenarios del Polisario y muestran una feroz hostilidad hacia Marruecos, que sin embargo solo pide el derecho a completar su integridad territorial y recuperar las tierras que fueron suyas saqueadas por las antiguas potencias coloniales españolas y francesas.