Uruguay ofende el Polisario al negarse incautar un cargamento de fosfato de Marruecos

Las autoridades uruguayas, uno de los países latinoamericanos que apoyan las reivindicaciones de independencia del Polisario, se negaron a incautar un barco que transportaba 300 toneladas de fosfato proveniente de un yacimiento de Boucraa en el Sahara Occidental.

Siguiendo el ejemplo de Panamá que eventualmente liberó un buque que transportaba un cargamento de fosfato de la parte sur de Marruecos a Canadá, Uruguay ha infligido un revés al Frente Polisario. Esto después de jugar todas sus cartas, en la batalla diplomática que le opone a Marruecos en torno a la cuestión del Sahara Occidental, lleva torpemente una nueva aventura la de contestar la explotación por parte de Marruecos de los recursos naturales en la zona sur del Reino.

A fecha de hoy todas las solicitudes de incautación hechas por el Polisario ante los países por donde transitan los buques que transportan fosfato y otros productos del Sahara, fracasaron excepto en el caso de Sudáfrica, que es el único país que ha respondido positivamente a la petición del Frente separatista saharaui encargando a su justicia de inmovilizar un cargamento de fosfato de Marruecos en Port Elizabeth.

Esta posición no tiene fundamento legal, encuentra su explicación en el hecho de que el régimen de Pretoria, bajo el mandato corrupto del presidente Jacob Zuma corrupta, es ferozmente hostil a Marruecos y a sus intereses y abiertamente alineado con la política exterior de Argelia, principal apoyo del Polisario.

La petición del Polisario que trataba de repetir en Uruguay su hazaña en Sudáfrica, se ha reducido drásticamente por las autoridades judiciales de ese país, al igual que el Tribunal Marítimo de Panamá que también había rechazado al principio de junio, una acción similar por el Polisario y sus grupos de presión para detener el buque «Ultra Innovation» con a bordo una carga de fosfato marroquí de Laayoune.

El tribunal panameño se ha declarado simplemente «incompetente» para pronunciarse sobre «un asunto de política internacional», sobre todo porque el Frente Polisario no era el propietario de la mercancía de la cual pedia incautación.

La decisión de los tribunales de los dos países de América Latina pone en aprieto la justicia sudafricana y las autoridades políticas del país no sólo para con Marruecos y del propietario del buque danés «Ultra Innovation», sino también de toda la comunidad internacional y la Organización Mundial de comercio (OMC), debido a que una decisión de este tipo no puede justificarse en el derecho marítimo y en el derecho comercial internacional.