El Frente Polisario : El desmoronamiento continua…
El retorno del jeque Ahmedu Ueld Suilem a Marruecos, jefe de la tribu de los Ulad Dlim y miembro fundador del Frente Polisario, es en si un acontecimiento importante, ya que se trata del retorno del hijo prodigo a la madre patria. El acontecimiento es aun màs importante, habida cuenta de la envergadura y de la notoriedad del personaje en la configuracion dirigente y tribal del Polisario y teniendo en cuenta también del contexto internacional y de la invitacion del enviado especial del secretario general de la ONU, Christopher Ross para un encuentro informal en Viena entre las partes en conflicto, en prescencia de diferentes partes implicadas por la amplitud regional del conflicto saharaui.
Este retorno a la madre patria de éstà figura de proa del Polisario, independiente y respetado de todos por su rectitud y honestidad, es el resultado logico de una larga serie de retornos de los dirigentes, de responsables superiores y de militares de alto rango del Polisario al Reino jerife, clemente y misericordioso. Con ello, se confirma una unica y sola verdad : La marroquineidad del sàhara y la permanencia de los lazos historicos, religiosos, culturales y socioeconomicos entre el Marruecos historico, y las tribus saharauis marroquiés. Por otra parte el primer paso que el jeque Ahmeddu Ueld Suilem ha dado es de reafirmar es el deber de juramento que debe en el nombre de su tribu, a su soberano, también reitero su disponibilidad de obrar, bajo la direccion iluminada del soberano para ayudar en la solucion del problema, en el marco de la soberania de marruecos y el perfeccionamiento de su integridad territorial, teniendo en cuenta las disederratas de las poblaciones saharauis, lo que les garantiza el proyecto de autonomia local de las provincias del sur del reino.
Este retorno a la madre patria de éstà figura de proa del Polisario, independiente y respetado de todos por su rectitud y honestidad, es el resultado logico de una larga serie de retornos de los dirigentes, de responsables superiores y de militares de alto rango del Polisario al Reino jerife, clemente y misericordioso. Con ello, se confirma una unica y sola verdad : La marroquineidad del sàhara y la permanencia de los lazos historicos, religiosos, culturales y socioeconomicos entre el Marruecos historico, y las tribus saharauis marroquiés. Por otra parte el primer paso que el jeque Ahmeddu Ueld Suilem ha dado es de reafirmar es el deber de juramento que debe en el nombre de su tribu, a su soberano, también reitero su disponibilidad de obrar, bajo la direccion iluminada del soberano para ayudar en la solucion del problema, en el marco de la soberania de marruecos y el perfeccionamiento de su integridad territorial, teniendo en cuenta las disederratas de las poblaciones saharauis, lo que les garantiza el proyecto de autonomia local de las provincias del sur del reino.
Evocando los campamentos de lahmada en Tinduf, en el sur-oeste argelino, el jeque ha deplorado las catàstroficas condiciones de vida de las poblaciones secuestradas y mantenidas en la precaridad y en el miedo, indicando el deseo real de decenas de mandos y de familias saharauis de regresar lo màs ràpido posible a la madre patria y de de poner fin a un conflicto superficial que se eterniza, alimentado y apoyado por los adversarios de marruecos, qui mira mal la consolidacion del proceso democràtico del pais y el desarrollo socio-economico de sus regiones. Màs, la iniciativa marroqui de autonomia del sàhara les desorienta completamente, ya que no solo les corta el césped debajo de los piés rindiendo caduco, obsoleto y contra-producente la revendicacion independista, en un contexto de terrorismo planetario, de mundializacion y de agrupacion economica, sino ademàs, constituye un peligro para su propio sistema politico, basado en la autocràcia militar y partisana y la renta economica, excluyendo de hecho amplias capas de las poblaciones de emanciparse y de gozar de las manàs minieras de su pais, asi como las revendicaciones étnicas, linguisticas y democràticas de las comunidades enteras y de la sociedad civil en general.
Sea como fuere, el retorno del jeque Ahmeddu Ueld Suilem a la madre patria, es la campanada de un movimiento separatista, déspota y segregacionista, a sueldo de los Nababes de Argel, cuyo poder nocivo, facilitado por las rentas del Gàs, es sin limite.
Sea como fuere, el retorno del jeque Ahmeddu Ueld Suilem a la madre patria, es la campanada de un movimiento separatista, déspota y segregacionista, a sueldo de los Nababes de Argel, cuyo poder nocivo, facilitado por las rentas del Gàs, es sin limite.