Marruecos-España : Relaciones sombrias

Entre la orilla sur y la orilla norte del mediterraneo, no existen pueblos perteneciendo a dos esferas culturales diferentes, sino compartiendo muchas interferencias historicas, culturales y economicas que el pueblo Marroqui y el Español. A pesar ésas interferencias, la vecindad entre Marruecos y España, no ha conocido siempre un reposo. La politica extranjera de España cara con Marrruecos, es siempre inconstante, varios cambios, que no son que el resultado de la variacion de los datos de la politica interior Española, lo mismo que las dos grandes cuestiones que oponen desde hace tiempo atràs los respectivos gobiernos de los dos paises. El conflicto del sàhara occidental y las revendicaciones Marroquiés relativas a los enclaves de Ceuta y Melilla y las islas vecinas, para Marruecos, la manera con la cuàl estàn tratadas ésas dos cuestiones por el gobierno Español para con Marruecos y su expresion en la realidad.

En cuànto a la cuestion del Sahara, el objetivos de crear una zona de interes compartido ha sido la mayor preocupacion que ha guiado la politica Española en sus relaciones con los paises del Maghreb, muy en particular Marruecos y Argelia. Las polémicas que se han injertado en el asunto del Sahara, han sido explotadas por el gobierno Español, que a lo largo de los años, ha habilmente jugado sobre las divergencias aparecidas entre Marruecos y Argelia en cuànto a la solucion del conflicto Sahariano. Sabemos que la cuestion de sahara hubiera podido tener hace años una solucion juridica y politica razonable, si España, se habria resuelto en 1.956 a reconocer los derechos de Marruecos para la retrocesion del Sahara. La peticion de Marruecos a España ha sido permanente desde la independencia del Reino.
Marruecos considera que el jejercicio de su soberania sobre el territorio Saharaui, està caracterizado por un cierto numero de especificidades , como bien lo habia explicado el juez Ammoun ante la corte internacional suprema de justicia : « Reconocer los lazos de juramento entre el Sultan de Marruecos y las poblaciones del Sahara, es reconocer en consecuencia que los lazos juridicos y historicos de Marruecos con el sahara, se traducen por los lazos politicos, es decir, los lazos de soberania ».
Sin embargo, Marruecos no se esperàba a tantas maniobras por parte de su vecino màs cercano : España. Después de haber pretendido que su presencia sobre las costas saharianas arranca desde siglos atràs, pretension absurda, ya que jamas el amarre de un esquife sobre una costa ha dado derecho a su proprietario de apropriarse la parte de la orilla donde ha acostado, el gobierno Español habia luego reconocido que ocupo militarmente el territorio Sahariano a partir de 1.934.
El Sahara relacionado el 29 de Agosto de 1.934 al Kalifa del Sultan y a las autoridades del protectorado Español en la ex-zona del norte de Marruecos. Al final, y antes de resignarse a negociar con Marruecos,  las autoridades Españolas habian intentado tramar un seudo-estatuto de autonomia para el Sahara, una especie de estado tampon cuya independencia, seria garantizada por el ejercito Español con el fin de asegurarse una tutela economica sobre ése futuro e hipotético estado. La reaccion y la determinacion de Marruecos terminaron por fraguarle todas ésas maniobras.
A pesar de que Marruecos recupero su sahara desde hace màs de 30 años, el pleno ejercicio  de todos sus poderes sobre el conjunto del territorio, acompañado de gigantes obras de desarrollo que conoce la region, la actitud y el timido apoyo que el gobierno Español aporta a la solucion negociada del conflicto del Sahara en el marco del proyecto marroqui de autonomia, son siempre nublados. Cara a esta posicion mitigada, estamos en pleno derecho de preguntarnos si no se trata de un apura nostalgia colonial. El legado del pasado, tàn prestigioso que comparten ambos paises, deberia sobrepasar los interes estratégicos y economicos conyuncturales.
Por tanto, los dos paises han vivido una historia similar y, los dos han padecido y padecen las ansias de la conspiracion separatista. España es un gran pais de viejas tradiciones de decentralizacion, y la constitucion de 1.978 no ha hecho que corrobora résa tradicion. Define el papel del Rey como jefe de estado, simbolo de la unidad, y reconoce el derecho de la autonomia de la regiones que la componen asi como la solidaridad entre ellos. Las revendicaciones separatistas vascas u catalanas apoyadas, y incluso empujadas desde el exterior, han sido significativas para el desnlace de la terrible guerra civil que afecto enteramente a España. Los nacionalistas Españoles se enfrentaron con las armas a esta tentativa de dislocacion de España. La puesta de la guerra conducida por los nacionalistas, no era el pais vasco o cataluña, sino España entera y su régimen.
Desgraciadamente, el asunto del Sahara vuelve igualmente en otros casos y de una manera implicita sobre el ruedo de las tumultuosas relaciones Hispano-Marroquiés. Basàndose en el decreto de 1.976, que preveia el periodo de un año, durante el cuàl los saharauiés podriàn realizar los procedimientos con el fin de conservar la nacionalidad Española, y después de una peticion de reintegracion de la nacionalidad haya sido avalada por un tribunal durante el màndato de Aznar, las peticiones ulteriores fueron otorgadas. Està medida, que desvela las malas intenciones para dañar la integridad territorial de Marruecos, es premeditada cuàndo sabemos que las autoridades españolas no acuerdan, ni los mismos previlegios, ni los mismos tratos a los habitantes del Rif contra los cuàles el ejercito español habia utilizado las armas quimicas durante el sublevamiento de Abdelkrim. Esos mismos Rifeños, que años màs tarde, habiàn luchado con valentia contra los nacionalistas para preservar la integridad y la unidad de la Peninsula.
Si el gobierno Español es soberano en acordar su nacionalidad, Marruecos por contra, està suficientemente al toro y al loro en éste caso de género. Bién hacia el final del siglo 19 y comienzos del 20, en prevision del recorte de Marruecos por las codicias coloniales, para poder servirse de un pretexto para intervenir en los asuntos interiores del pais, habia empezado por  acordar su protecion mediante la nacionalidad a ciudadanos Marroquiés. Sacando provecho a las lecciones del pasado , el gobierno del Marruecos independiente tomo todas las disposiciones para que los Marroquiés, cuàlesquiera fuera su nacionalidad que hubieràn podido obtener en otra parte, no puedan hacer prevalecer en el conjunto del territorio del Reino que la nacionalidad Marroqui.
En cuànto al diferente sobre el estatuto de Ceuta y Melilla y las otras islas, un cierto sosiego reina actualmente sobre éste asunto, y el litigio està momentaneamente callado y suspendido. Marruecos que revendica sus enclaves, cuenta con la revitalizacion economica que nacera con las actividades del Puerto de Tànger-Med, finalizar la integracion del norte del Reino. El desarrollo de ésta region contempla de consagrar el papel de Marruecos en tanto como un lazo de union entre Europa y Africa, y no se trata para nada de una partida de ajedrez entre España y Marruecos. Ya que contrariamente a los temores manifestados por algunos circulos politicos Españoles, la subida en potencia del puerto marroqui, solo tendrà incidencias positivas sobre el plano politico, de seguridad y economia en las relaciones de ambos paises. Las relaciones culturales entre ambos paises, necesitàn igualmente de un refuerzo en éste àmbito, no convendria contemplar la creacion de una universidad  en Tetuàn que llevaria el nombre de los dos soberanos Mohamed Vi y Juan Carlos 1ero, a semejanza de la universidad Al Akhaouayne de Ifràn ?
Es indeniable que España en posicion de antigua potencia colonial de aportar su gràn contribucion para la resolucion definitiva del conflicto saharaui. Marruecos necesitarà paz en el sur de su Sahara para poder asumir tranquilamente sus responsabilidades en el norte, cara a las pretensiones hostiles y a los peligros que acechan las dos orillas del mediterraneo. Dos vecinos condenados a entenderse, Marruecos y España deben zanjar con los perjuicios, allanar las dificultades que se cruzan ante la liquidacion del legado colonial y establecer relaciones despejadas de toda atmosfera nublada.