Perú debe fortalecer sus relaciones con Marruecos en lugar de echarse en brazos de un movimiento terrorista – Vicepresidente de la Federación de Periodistas –
El vicepresidente de la Federación de Periodistas del Perú, Ricardo Sánchez Serra, deploró que el Perú se haya puesto del lado de un movimiento terrorista que viola constantemente los derechos humanos, en lugar de fortalecer sus relaciones con Marruecos, verdadero país amigo e influyente en el escenario internacional.
En una columna publicada en el sitio de noticias CafeViena, Sánchez Serra denunció la «opción ideológica» de Perú por una entidad terrorista que viola los derechos humanos, en lugar de fortalecer sus relaciones con Marruecos y observar «una neutralidad positiva en la ONU» respecto a la integridad territorial del Reino.
El autor del artículo escribe que los dirigentes del polisario, que hacen apología del terrorismo, habían anunciado que cometerían actos terroristas en ciudades marroquíes. Además, están probados los vínculos del polisario con el terrorismo transnacional patrocinado por Irán.
El periodista peruano consideró que los saharauis secuestrados en Tinduf, en el sur de Argelia, no tienen el estatuto de refugiados, viven bajo las peores formas de represión y sus condiciones de vida son insoportables.
En este contexto, Sánchez Serra se refiere a la reciente declaración del ministro de Justicia, Abdellatif Ouahbi, ante la 52 sesión del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, en la que subrayó que los habitantes de estos campamentos sufren ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias desapariciones forzosas, la práctica de todas las formas de tortura, violaciones, trata de seres humanos y reclutamiento de niños, añadiendo que el sufrimiento de los marroquíes secuestrados en condiciones extremadamente difíciles en los campamentos de Tinduf, en Argelia, se prolonga desde hace casi medio siglo (…) y su vida cotidiana está marcada por el secuestro, la confiscación del derecho de reunión y la prohibición de movimiento.
El columnista reitera haber sido testigo, durante una estancia en Tinduf, de las condiciones de secuestro de estos saharauis marroquíes, afirmando que lo que había visto era un campamento de esclavitud para personas que viven en la miseria y sin ningún horizonte, mientras que los saharauis que viven en las provincias del sur del Reino gozan de todas las condiciones de una vida decente, de libertad y de democracia.