Los derechos humanos, una cuestión seria en las prácticas del Estado y de la sociedad – Escritor-periodista –
Los derechos humanos representan una cuestión seria tanto en las prácticas del Estado y como en las de la sociedad, así como en sus interacciones, un Estado y una sociedad decididos a consagrarlos y promoverlos, a pesar de las limitaciones que plantean las transiciones políticas que vive Marruecos, afirmó el escritor-periodista Talaa Saoud Al Atlassi.
En su columna semanal publicada el lunes en el sitio de noticias en línea »Machahid 24» titulada: »El delirio de Marianne, Amnistía y otros», el escritor sostiene que la celebración en Marruecos del Foro Mundial de Derechos Humanos es en sí misma una prueba edificante del reconocimiento internacional de los logros palpables del Reino en el ámbito de los derechos humanos, señalando que los países y otras partes en Occidente están visiblemente molestos por sus logros reconocidos como palancas del progreso civilizacional de Marruecos despertando hostilidad hacia él.
Tras observar que este Foro Mundial de Derechos Humanos se celebró al día siguiente de la publicación de un dossier que ataca a un Marruecos imaginario en la revista francesa »Marianne», el columnista señala que los participantes internacionales en este Foro fueron recibidos en Rabat, la capital de un Marruecos muy real, y tuvieron tiempo suficiente para reflexionar sobre las perspectivas de los derechos humanos a nivel internacional, junto a ponentes marroquíes también reales que representan al Estado y a la sociedad y que contribuyeron a los trabajos de este Foro con propuestas serias a nivel político e intelectual.
Al estimar que el dossier del semanario »Marianne» publicado unos días después de otro reservado a Argelia por el diario »Le Monde» es »una práctica habitual de Francia en su concepción de sus relaciones con Marruecos y Argelia», el periodista considera que este dossier no es en absoluto un ejercicio periodístico sino más bien un ataque contra Marruecos con munición ligera destinado a aflojar los lazos afectivos entre las élites primero y el país y sus instituciones después para conseguir el mismo resultado para todos los ciudadanos.
El autor agrega que el dossier de la revista «Marianne», una herramienta entre otras utilizada para atacar a Marruecos, no contiene la más mínima información veraz debidamente verificada y con fuentes que confirmen una operación de espionaje de los servicios de inteligencia marroquíes contra periodistas y políticos dentro y fuera de Marruecos.
“A pesar de que los servicios de inteligencia españoles han afirmado categóricamente que Marruecos no estuvo implicado en el pirateo del teléfono del jefe del gobierno español, la revista «Marianne» y antes el Parlamento Europeo, así como los marroquíófobos en algunos círculos europeos, principalmente en Francia, siguen pregonando descaradamente que Marruecos utiliza el programa espía Pagasus contra opositores y amigos e incluso contra criaturas invisibles», escribe, en tono irónico.
Además, prosigue, la ONG Amnistía Internacional ha ido aún más lejos en esta cábala contra Marruecos al pedir en un comunicado a las autoridades marroquíes que «pongan fin a la persecución y el acoso del periodista español Ignacio Cembrero», lo que sugiere, para él, que «las alegaciones de este periodista que informa sobre el pirateo de su teléfono son consideradas por esta organización como un hecho probado y que no se debe permitir a Cembrero salir del país». Cembrero no debe ser procesado ni obligado a aportar pruebas, ya que tiene toda la razón, mientras que Marruecos es presunto culpable y privado de su derecho a defenderse ante los tribunales españoles».
“Parece que Marruecos es presunto culpable por Amnistía Internacional, la revista «Marianne» y la cohorte de marroquiófóbicos dirigidos por ciertos círculos franceses», dijo, antes de explicar este delirio por la molestia causada por el éxito de Marruecos y su progreso.
Al subrayar que Marruecos permanece vigilante frente a todas las maniobras, señala que la campaña antimarroquí es susceptible de crecer y tomar otras formas, tal y como revelan los estudios y las informaciones filtradas relativas a los informes de los servicios de inteligencia europeos.
Y con razón, los progresos de Marruecos, su lugar, su apertura, su orgullo e incluso su compromiso creíble con la dinámica internacional de los derechos humanos son inquietantes», concluye.