El odio a Marruecos lleva a Argelia a cerrar el gasoducto Magreb-Europa
El odio hacia Marruecos llevó a Argelia a romper sus relaciones con el Reino y a cerrar el gasoducto Magreb-Europa (GME) que abastece de gas a Europa, escribe el Centro Italiano de Estudios Internacionales (CESI).
Con este acto hostil, Argelia pretende en realidad contrarrestar el impulso diplomático de Marruecos, especialmente tras el reconocimiento por parte de los Estados Unidos de la soberanía marroquí sobre el Sáhara, estimó el think tank italiano en un análisis.
En un intento desesperado por ocultar sus problemas internos, Argelia, que atraviesa desde hace varios años una difícil situación socioeconómica agravada por la pandemia de la Covid-19, trata de desviar la atención de sus ciudadanos de los problemas internos, afirmó el centro italiano, señalando que la decisión de no renovar el contrato de suministro de gas a Europa a través del GME tendrá también consecuencias desastrosas para Argelia.
Argelia anunció a finales de octubre su decisión de no renovar el acuerdo sobre el gasoducto Magreb-Europa (GME). Este acto unilateral es considerado por muchos observadores y políticos europeos como un chantaje de Argel hacia los países europeos por haber apoyado la última resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que consolida los logros del Reino en la cuestión del Sáhara marroquí.