El ACNUR interpelado una vez más sobre la plena responsabilidad de Argelia en el persistente sufrimiento de la población de Tinduf
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) fue cuestionado una vez más, hoy miércoles, sobre la plena responsabilidad de Argelia en la persistencia del calvario de la población de Tinduf y «su secuestro durante casi medio siglo, por razones políticas e inconfesables».
En el marco del debate general de la 72ª sesión del Comité Ejecutivo del Programa ACNUR, la delegación marroquí llamó la atención sobre «la inaceptable situación de las poblaciones de los campamentos de Tinduf en Argelia, donde las condiciones miserables e inhumanas se agravan cada día, como consecuencia directa de su secuestro desde hace casi medio siglo, por razones políticas e inconfesables».
«El régimen argelino, que es la principal parte del diferendo regional sobre el Sáhara, es responsable de mantener el sufrimiento de la población en los campamentos de Tinduf, en contradicción con sus obligaciones en virtud del Derecho Internacional humanitario», declaró Abdellah Boutadghart, representante permanente adjunto de Marruecos en Ginebra.
Los hechos reales son que estas poblaciones para las que los dirigentes argelinos solicitan ayuda humanitaria internacional desde hace medio siglo, representan menos del 2% de los habitantes de su capital, y además una ayuda que ha sido documentada, a menudo desviada en beneficio exclusivo de los dirigentes de las milicias separatistas, afirmó el diplomático marroquí.
«El régimen argelino no está capacitado para atacar a Marruecos sobre el Sáhara marroquí, que además no ha tenido ni de cerca ni de lejos ninguna responsabilidad en el surgimiento de la deplorable situación en la que se encuentran las poblaciones de los campamentos de Tinduf, continuó.
Esta situación se ilustra también «con graves violaciones de los Derechos Humanos», añadió, denunciando en particular la devolución de poderes por parte de las autoridades argelinas a un grupo separatista armado y la militarización de los campamentos de Tinduf.
En cuanto al número de estas poblaciones, la única certeza que debe establecerse es la que resultará de su censo formal según los criterios y normas establecidos por el ACNUR, y por su larga experiencia y práctica en este campo, subrayó la delegación marroquí.
Recordó en este sentido que las poblaciones retenidas en los campamentos de Tinduf nunca han sido objeto de ningún registro. En 2005, esta situación ya fue descrita por la Oficina del Inspector General del ACNUR en un informe de investigación como «una situación anormal y única en la historia del ACNUR y de las Naciones Unidas», recordó Boutadghart.
Durante el debate general, la delegación marroquí también reiteró el compromiso de Marruecos, actor pionero en la acción humanitaria internacional, bajo el liderazgo de SM el Rey Mohammed VI, de seguir contribuyendo a los esfuerzos colectivos de solidaridad y cooperación en beneficio de los refugiados, los desplazados y las poblaciones vulnerables.
«Para mitigar los efectos en los países de acogida y lograr un reparto justo y equitativo de las cargas y responsabilidades, Marruecos sigue prestando asistencia y apoyo humanitario para hacer frente a las crisis y aliviar el sufrimiento de las personas desplazadas, tanto en su entorno regional como en un ámbito más amplio», subrayó la delegación marroquí.
También destacó las acciones desplegadas por Marruecos en beneficio de muchos países, mediante verdaderos puentes aéreos de ayuda humanitaria y el despliegue de hospitales de campaña para hacer frente no sólo a las consecuencias de Covid-19 sino también a las catástrofes ocurridas.
También se hizo hincapié en las medidas tomadas por Marruecos para ofrecer a los refugiados un amplio abanico de oportunidades en términos de protección, asistencia, apoyo socioeconómico e integración en el sistema educativo.