Sahara: Polisario profundamente decepcionado por la posición de Washington
La campaña anti-marroquí rápidamente llevada a cabo con tambor y trompetas por la dirección del Polisario apoyados por los medios de comunicacion argelinos tras la retirada por parte de Marruecos de su confianza en el enviado de la ONU, Christopher Ross, en última instancia, solo ha sido un ruido fortuito. Dijeron, entre otras cosas, que la decisión de Rabat arruinó las buenas relaciones de Marruecos con su aliado estadounidense. Pero los acontecimientos recientes vienen a negar todas las acusaciones. Por el contrario, la relación entre Estados Unidos y Marruecos, que es ya uno de los pocos países que disfrutan de la condición de principal aliado no-OTAN, ha dado un paso importante en la celebración de este jueves, 13 de septiembre, de la primera sesión de un diálogo estratégico para impulsar hacia adelante, las relaciones políticas y económicas entre los dos países.
Los dirigentes del Polisario y sus mentores argelinos probablemente no han apreciado escuchar la secretaria de Estado Hillary Clinton reafirmar el apoyo «constante» de su país al plan marroquí de autonomía para el Sahara.
«Lo habiamos claramente especificado: el plan de autonomía marroquí para el Sahara es serio, realista y creíble», dijo Hillary Clinton quién co-presidia con su homólogo marroquí, Saad Dine Otmani, la reunión inaugural del Diálogo Estratégico entre Marruecos y Estados Unidos.
Para que quede claro, Clinton quiso recordar a éste respecto que «la política de EE.UU. sobre éste tema, se mantiene constante durante años.»
Porque, para el Gobierno de los EE.UU. dice, la opción de la autonomía «representa un acercamiento de satisfacer las aspiraciones de los habitàntes del Sáhara para manejar sus propios asuntos en paz y dignidad».
Por lo tanto, concluye, los Estados Unidos seguirán apoyando las negociaciones bajo los auspicios de las Naciones Unidas y todos los esfuerzos que contemplan una «solucion duradera, pacífica y mutuamente aceptable», pidiendo a las partes en el conflicto a trabajar en ésta dirección. El caso de Christopher es solo una nube pasajera en las relaciones entre Rabat y Washington, que se ha rápidamente disipado para disgusto de los dirigentes separatistas del Polisario y sus padrinos argelinos.