El Gràn Magreb Árabe existe sobre el papel pero no sobre el terreno
La construcción de una carretera sólo puede ser beneficiosa para todos, siempre y cuàndo no se detiene su realizacion a medio camino. La carretera deberia conectar Túnez con Marruecos, cruzando de este a oeste el territorio argelino hasta casi los confines de la frontera oriental de Marruecos, con la apertura Jueves, 1 de septiembre, de un nuevo tramo de 60 km que une Sidi Bel-Abbes a Tlemcen, una ciudad fronteriza con Marruecos. Por supuesto, como dijo el ministro argelino de Obras Públicas, Amar Ghul, los argelinos han «, llegado hoy gracias a éste proyecto, a la frontera entre Argelia y Marruecos, pero no mencionó que ésta frontera està cerrada desde 1994 . Lo que presta a la burla en los comentarios del secretario de Estado argelino es cuando declara que «éste importante logro será de carácter Magrebino».¿Pero de qué Magreb habla , de aquél en los papeles desde los Tratados de Marrakech, o de aquel prácticamente inexistente sobre el terreno ?.Que los altos cargos argelinos cesen , a golpe de eslóganes huecos, y propositos en el aire, de reirse de la memoria y la inteligencia de los Chouhada de los dos pueblos hermanos que han compartido tantas alegrías y penas.
Más recientemente, ¿cuántas llamadas se han lanzado solemnemente a los hermanos argelinos por las más altas autoridades del Reino y a su cabeza el Rey Mohammed VI para abrir ésta frontera que separa desde hace quince años, a familias enteras. Estàs se ven obligadas a tomar el avión para ir a Tlemcen o Ahfir Maghnia o Ujda, miéntras que pueden hacer el viaje en unas pocas horas a pié. ¿De qué serviràn los miles de millones de dólares gastados, mientras que los dos lados de la frontera las pàncartas te recuerdàn en la nariz «fin del viaje,» la prohibición de cruzar la barrera que destruye las esperànzas y los sueños de un Gran Magreb Árabe Unido. Una extensión de más de 1.720 kilometros, la autopista argelina este-oeste ha necesitado un presupuesto de cerca de 11 mil millones de dolares.