España-Sáhara: El secretario de Estado Álvarez llamado al orden después de su reunión con el Polisario

El secretario de Estado encargado de los Derechos sociales en el gobierno español y alto responsable del partido de extrema izquierda español «Podemos», Nacho Álvarez, fue llamado al orden después de publicar el viernes 21 de febrero en la cuenta oficial de su departamento, un tweet sobre su reunión con el llamado «Ministro de Asuntos sociales y Promoción de la Mujer» del Polisario, Suilma Birouk.

Dos días después de este escándalo, Nacho Álvarez fue recuadrado por el departamento de relaciones externas, después de lo cual eliminó por completo su tweet en el que expresó su apoyo al Polisario.

«Le expresamos el compromiso de continuar cooperando en la ayuda para discapacitados y nuestra solidaridad con el pueblo saharaui», escribió Nacho Álvarez en su cuenta de Twitter.

El Co-pedaleo de Álvarez se produjo después de una conversación telefónica ayer domingo entre el ministro de Asuntos exteriores marroquí, Nasser Bourita, y su homólogo español, Arancha González.

La jefa de la diplomacia española reafirmó en está ocasión que «España no reconoce a la RASD» y que «apoya los esfuerzos del Secretario general de las Naciones Unidas con miras a alcanzar una solución pacífica en el marco de las resoluciones del Consejo de seguridad de la ONU».

Los artículos publicados por Álvarez sobre el tema «no reflejan la posición del gobierno» en Madrid, agregó González, asegurando que «la posición de España sobre el Sáhara Occidental no ha cambiado». Es una política estatal».

El colmo es que Nacho Álvarez también fue llamado al orden por el líder de su propio partido Podemos, Pablo Iglesias, que fue interrogado el lunes por la mañana sobre este tema, en el plató de la televisión pública «RTVE», y que lo llamó a mantenerse en la posición oficial del estado español sobre el tema del Sáhara, distanciándose de su camarada Álvarez.

Los dirigentes del Polisario que contaban con el apoyo de su tradicional apoyo «Podemos» para cambiar la posición oficial pro marroquí en Madrid recibieron simplemente una ducha fría.