Madrid a la busqueda de una solución justa y duradera para la cuestión del Sáhara

La diplomacia española acaba de inculcar un nuevo impulso a los esfuerzos para resolver el conflicto en el Sahara entre Marruecos y el Polisario.
Madrid ha acogido la posición adoptada en este sentido por las grandes capitales como París o Washington, reiterando su apoyo inequívoco a encontrar una «solución justa y duradera» de éste conflicto, que data de casi 35 años de conformidad con las resoluciones de las Naciones Unidas (ONU). Su ministro de Relaciones Exteriores Miguel Angel Moratinos, reafirmó este Martes, 14 de septiembre ante el Senado. Además, indicó que su país está trabajando actualmente en la búsqueda de una paz justa, duradera y mutuamente aceptable para las partes en conflicto. «Trabajamos, dijo, para lograr una solución adecuada a la cuestión del Sáhara» a través de los mecanismos diplomáticos. España también ha reiterado su apoyo a los esfuerzos del enviado personal del Secretario General de las Naciones Unidas para el Sáhara, Christopher Ross para llegar a una solución definitiva a esta cuestión.
La solución del Sáhara debe marcar el terreno para la integración del Magreb, que es , segun el jefe de la diplomacia española, sinónimo de desarrollo económico, social y en materia de seguridad en la región del Sahel.

El ministro español aprovechó la oportunidad para asegurar ante el Senado que su país siempre ha mantenido excelentes relaciones de amistad y cooperación con Marruecos, basadas en la confianza mutua. Como ejemplo de ésta excelencia, Moratinos recordó las reuniones periódicas de alto nivel, sabiendo que los dos reinos comparten muchos intereses comunes y la posición geoestratégica importante en la entrada del Mediterráneo, que ofrece muchas oportunidades. Moratinos no dejó de dar la bienvenida al nivel de cooperación estrecha entre los dos países en materia de seguridad, la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y la inmigración ilegal. España es el segundo proveedor, cliente e inversor en Marruecos, no tiene otra alternativa para preservar sus intereses, tener un socio fuerte y estable políticamente estable.