Ginebra: la autonomía es la solución correcta para la resolución de conflictos

La autonomía es la solución adecuada para la resolución de conflictos, dijo la directora de investigación y apoyo a la mediación en el Centro para el Diálogo Humanitario en Ginebra, Katia Papagianni, en el seminario internacional de investigación sobre el tema : La autonomía territorial como medio de resolución de conflictos «, organizada en Nueva York por la Misión Permanente de Marruecos ante las Naciones Unidas.

La Sra. Papagianni señaló, a este respecto, que los acuerdos de autonomía se utilizan con frecuencia en situaciones de conflicto armado para gestionar múltiples grupos étnicos, religiosos o lingüísticos de identidad y pueden limitar la confrontación entre el gobierno central y el estado la comunidad autónoma.

La experta señaló que, a diferencia de Marruecos, algunos gobiernos temen que la descentralización del poder sea una pendiente resbaladiza que fomente las ambiciones secesionistas.

La directora de Investigación y Apoyo a la Mediación en el Centro para el Diálogo Humanitario en Ginebra dijo que la iniciativa de autonomía marroquí para el Sahara proporciona una explicación razonable de los poderes que se asignarán a la región autónoma y los que pertenecerán al gobierno y estipula sabiamente que cualquier acuerdo de autonomía debe resultar de negociaciones.

Para ella, la iniciativa marroquí de autonomía presenta una visión del estado descentralizado que puede ser discutida y desarrollada según sea necesario, señalando que los detalles de cualquier acuerdo que resultará de las negociaciones evolucionarán y eventualmente se convertirán en un conjunto de disposiciones que pueden estar cerca de la redacción y la visión de la iniciativa de autonomía marroquí, pero constituirán el resultado único de las negociaciones.

Citando el ejemplo de un acuerdo de autonomía muy estudiado, el de las Islas Åland, negociado por la Liga de Naciones en 1921, la Sra. Papagianni dijo que esta autonomía puso fin al conflicto entre Finlandia y Suecia. El acuerdo estipula que Finlandia garantiza el autogobierno local en la región al tiempo que protege la lengua y las costumbres suecas.