El Polisario cada vez más rechazado en Europa como en África

La voz del Polisario y sus patrocinadores argelinos se ha vuelto inaudible en la escena política y diplomática europea y africana, y sus tésis separatistas ya no encuentran adeptos.
En Europa como en África, los dirigentes del Polisario se sienten rechazados por algunos de sus antiguos aliados que ya no apoyan abiertamente, como antes, sus demandas de independencia.
Además, este viernes 16 de noviembre, el jefe del Polisario, Brahim Ghali, no encontró a nadie, ni en el lado etíope, ni en el lado de la Unión Africana para acomodarlo a su descenso de avión en el aeropuerto de Addis Abeba, donde tenía previsto asistir a la XI Cumbre Extraordinaria sobre Reforma Institucional de la UA. Un verdadero desaire para alguien que piensa que es el llamado jefe de estado de una quimérica república saharaui.
En África, los pocos países de habla inglesa que continúan apoyando al Polisario, como Botswana, Zimbabwe, Namibia, Angola y, por supuesto, Sudáfrica, no pagan un centavo por esta causa y se  contentan para lanzar ocasionalmente declaraciones de apoyo a las tésis separatistas del frente saharaui.
Además, algunos analistas conocedores del tema del Sahara Occidental, dicen entre bastidores, que el Polisario se ha convertido en una pesada carga para el régimen argelino y en una especie de maldición que atormenta a todos los países que lo apoyan.
Para mencionar solo algunos de estos países, Sudáfrica se enfrenta a una crisis económica y recesiones en una serie de escándalos financieros y corrupción de alto nivel.
Zimbabwe ha sido durante mucho tiempo llevado al borde de la bancarrota por su ex presidente, el dictador Robert Mugabe.
Angola también fue arruinada por su ex presidente José Eduardo dos Santos y su descendencia, quienes robaron las arcas públicas.
El presidente-dictador de Venezuela Nicolás Maduro Moros hizo lo mismo con su país.
Argelia, el principal partidario del Polisario, las arcas del estado se han vaciado a la mitad y su presidente moribundo, Buteflika, quien perdió su capacidad para hablar y moverse debido a un derrame cerebral desde 2013, sigue buscando un quinto mandato. Los especialistas predicen una crisis económica y social sin precedentes en Argelia a partir de 2019.