Sahara Occidental : Argelia siembra la confusión en la Unión Africana para difuminar las cartas

Por supuesto, los dirigentes y diplomáticos argelinos están haciendo todo lo posible para debilitar la posición de su vecino marroquí en el asunto del Sahara a través de vanos y maliciosos intentos de difuminar las cartas en la Unión Africana.
El último intento fue inventado por el alborotador Comisario para la Paz y la Seguridad, el argelino Smail Chergui, que se presentó el pasado domingo a la 30ª Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la UA, un informe en el que a sabiendas, insertó pasajes en total contradicción con la posición oficial de la ONU sobre el estado del Sáhara Occidental.
En respuesta, la diplomacia marroquí denunció esta maniobra y fue rápida en exigir la modificación de los apartados 117 y 118 del informe, en el que el comisario argelino pide a los dirigentes africanos de instar a Marruecos, país miembro de la UA de aceptar el regreso a el Aaiún, capital del Sahara marroquí, de la misión de la UA para el Sahara occidental, cuya dirección estaba confiada a instigación de Argelia, a la mozambiqueño Joakim Albert Chissani, una misión nunca reconocida por Marruecos.
En su informe, Smaïl Chergui también pide el establecimiento de un mecanismo de supervisión de los derechos humanos en las provincias del sur de Marruecos, aunque la misma solicitud se hizo en 2013 por la representación de los Estados Unidos ante la ONU. Pero había sido rechazada por el Consejo de Seguridad.
El comisario argelino también pide a la Fundación Suiza Crans Montana que deje de organizar su foro anual en Dakhla y también hace un llamamiento a los Estados miembros de la UA, a la sociedad civil y a todos los actores africanos para que «boicoteen este evento».
Afortunadamente, el informe de Smaïl Chergui no se somete a votación. Según los estatutos de la UA, los jefes de estado africanos no están obligados a aplicar los términos de este informe, que es una simple toma de notas acompañada de los comentarios de los países miembros, de los cuales 20 han emitido en contra del informe, las mismas reservas que Marruecos.
Pero sean cuales sean los gestos de los dirigentes y diplomáticos de Argel, para Marruecos el manejo del problema del Sáhara Occidental es responsabilidad exclusiva de las Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad por la sencilla razón de que la antigua Organización del La Unidad Africana había perdido su neutralidad en esta disputa tras la admisión de la entidad saharaui «RASD», que no presenta ningún criterio de un estado soberano y no está reconocida por ninguna organización internacional, incluida la ONU.