Marruecos quiere unirse al CPS, de la UA dónde Argelia monopoliza la dirección

Marruecos tiene la intención de ofrecerse un escaño en el Consejo de Paz y Seguridad (CPS) de la Unión Africana (UA), un organismo responsable de la prevención de conflictos y el mantenimiento de la paz en África, pero cuyo liderazgo está monopolizado por Argelia.
El hecho de estar dirigido desde su creación por un argelino, el CPS está siempre obligado de actuar contra los supremos intereses de Marruecos y, en particular, contra el futuro del estatus político de su Sáhara Occidental.
La idea de la integración del Reino en este cuerpo de la organización panafricana se dio a conocer por primera vez, por el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita a su homólogo Sudáfricano, Maite Nkoana-Mashabane, al margen de la Conferencia Ministerial sobre Migración celebrada el 9 de enero en Rabat.
Durante la reunión «franca y cordial», dijo una fuente bien informada en Rabat, los jefes de la diplomacia marroquí y sudafricana también discutieron del nombramiento del nombramiento de los nuevos embajadores en Rabat y Pretoria, así como sobre las formas de impulsar la cooperación entre los dos países, después de una ruptura consecutiva al reconocimiento de la República Saharaui «RASD» por Sudáfrica en septiembre de 2004.
En la misma ocasión, Nasser Bourita exploró con la Sra. Nkoana-Mashabane las formas de «reducir la agresión» de Sudáfrica contra Marruecos y es en este contexto, agrega la misma fuente, que cae La voluntad de Marruecos de unirse al Consejo de Paz y Seguridad de la UA.
El CPS a cargo de la prevención de conflictos y el mantenimiento de la paz, está compuesto por quince países, de los cuales 10 son elegidos por dos años y los otros cinco por tres años.
Este órgano está presidido desde 2013 por el Argelino Ismail Charki que promovió el pasado marzo a Joaquín Chissano a la posición de Alto Representante de la UA para el Sahara, dándole la carga «de facilitar las conversaciones directas» entre Marruecos y el Polisario en una maniobra escasamente velada destinada a eludir el proceso de solución de esta disputa territorial liderada exclusivamente por la ONU.
Después de unirse a la Unión Africana a finales de enero de 2017, Marruecos tiene interés estratégico para tener una representación en el Consejo de Paz y Seguridad y todos los demás órganos de toma de decisiones de la organización panafricana para la mejor defensa de sus intereses y cerrar el camino a sus oponentes.